El rey y Quim Torra han evidenciado la frialdad de su relación durante la inauguración del Salón del Automóvil de Barcelona, donde el presidente de la Generalitat no ha recibido al monarca aunque ha habido un protocolario saludo entre ambos sin que se les haya visto mantener conversación alguna.
La última vez que Felipe VI visitó Cataluña fue en febrero con motivo del Mobile World Congress, celebrado en el mismo recinto ferial de Montjuic en el que se ubica la edición del Automobile.
Si en aquella ocasión Torra protagonizó gestos de distanciamiento hacia el rey al no acudir a la cena inicial y no estar presente en los saludos de bienvenida, ha vuelto a repetir esa actuación al no formar parte de la línea de saludo a la llegada del monarca.
El rey ha accedido al interior del pabellón en el que se ha celebrado el acto inaugural, y al dirigirse al lugar para la foto de familia es cuando ha visto que Torra estaba junto a los representantes del sector del automóvil y se ha acercado a él para estrecharle la mano sin intercambiar conversación alguna.
Tampoco la ha habido durante la foto, en la que el president se ha situado a la derecha del jefe del Estado, ni durante el almuerzo que han compartido con otras autoridades, organizadores del salón y dirigentes de las marcas de vehículos que exhiben en Barcelona.
En la mesa redonda que han compartido junto a otra decena de comensales se han situado enfrente uno del otro, pero el diámetro de la misma no facilitaba una charla entre ambos. Luciendo en la solapa de su chaqueta un lazo amarillo en solidaridad con los dirigentes independentistas en prisión, Torra ha acompañado al rey al término del almuerzo en el recorrido que ha realizado por los diversos pabellones de la muestra.
Pero si esa visita ha durado casi dos horas, el president sólo le ha acompañado en una primera parte, ya que a mitad de la misma se ha dirigido al rey para despedirse por motivos de agenda y estrechar de nuevo sus manos.