La frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos se mantiene a primeras horas de esta mañana una calma después de una noche de cierres intermitentes del paso fronterizo como consecuencia del acercamiento de decenas de migrantes que fueron repelidos por Marruecos.
Según ha podido comprobar EFE, en la mañana de este lunes mantiene una normalidad absoluta, si bien se ha advertido una menor presencia de embarcaciones en el mar para el control de las entradas. El paso fronterizo refleja un paso fluido de personas y vehículos, si bien tampoco se percibe un excesivo movimiento a primeras horas de este lunes.
La situación de "calma tensa", como la ha definido un agente policial, se produce después de un domingo de constantes cierres intermitentes de la frontera, sobre todo en la noche de este domingo, debido a los enfrentamientos que se estaban produciendo al otro lado de la frontera entre la Gendarmería marroquí y los migrantes que deambulaban por el entorno del Tarajal.
La presión en la población de Castillejos, distante unos dos kilómetros de la frontera, se ha mantenido prácticamente durante toda la noche con el lanzamiento de piedras sobre los agentes, los cuales han tenido que utilizar gases lacrimógenos para contener a los migrantes.
En el lado español de la valla no se aprecian esta mañana grupos de personas subidos a la colina situada junto a la frontera, como ocurría durante toda la jornada del domingo, si bien tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional permanecen en situación de alerta.