La cumbre del G20 ha arrancado este sábado con la mirada puesta en tres claves de cara al futuro: el fin de la pandemia de coronavirus, la lucha contra el cambio climático y el estudio de soluciones y alternativas al encarecimiento de los precios de la energía. El encuentro ha comenzado con una foto de familia atípica. Junto a los líderes mundiales (España, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Reino Unido, Italia, Japón, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Rusia, Sudáfrica y Turquía participan) se colaba un grupo trabajadores de la salud, los héroes de la pandemia.
Esta imagen, que quería representar el compromiso de las potencias en la búsqueda de un futuro mejor, ha dado pie a la primera cumbre presencial del G20 desde la llegada del COVID-19. Una pandemia que sigue tan vigente como peligrosa, como ha recordado Mario Draghi, primer ministro de Italia: "La pandemia no ha acabado. En los países más pobres el porcentaje de población con una dosis cae al 3%", afirmaba. Ese ha sido el primer desafío que se ha marcado el G20: lograr que, a mediados de 2022, haya un 70% de población mundial vacunada. Por el momento, ese objetivo está muy lejos de cumplirse, con solo el 14% de las dosis que los países ricos habían prometido a los que tienen menos recursos entregadas.
En este punto ha tenido gran peso la intervención de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno español ha reclamado al G20 actuaciones conjuntas para poder afrontar los principales retos mundiales, entre ellos la pandemia de coronavirus. En su intervención, abogó por una recuperación justa y anunció un aumento de la donación prevista de vacunas contra el coronavirus por parte de España que hará que en el primer trimestre de 2022 alcance los 50 millones de dosis. España ha ido aumentando paulatinamente la donación de vacunas al mecanismo Covax y en septiembre el compromiso era que en el primer trimestre de 2022 alcanzaría los 30 millones de dosis, gran parte de ellas con destino a países de América Latina. Sánchez advirtió no obstante de que las donaciones no son suficientes y pidió aumentar la producción de vacunas en el mundo y encontrar soluciones equilibradas ante el debate sobre las patentes.
Serias discrepancias en la crisis climática y la cuestión energética
Otra de las metas muy presente en estos encuentros es la de alcanzar el nivel de cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2050; un objetivo que llega antes de la cumbre del clima de Glasgow con el principal rechazo del presidente de China, Xi Jinping, que junto a Vladimir Putin, líder de Rusia, han sido los grandes ausentes a esta cita mundial, si bien la han seguido por videoconferencia. Así, continúa antojándose complicado llegar a un acuerdo global entre los principales estados del mundo para caminar hacia un futuro verde y sostenible. Un futuro que, por cierto, no contará -en un principio- con la notable participación de Angela Merkel, pues esta será la última cumbre en la que participe como canciller de Alemania.
Así pues, el presidente chino se ha limitado a pedir a los países que sean "un ejemplo" en la reducción de emisiones de carbono, campo en el que deberían adaptarse a las "dificultades" que tienen las naciones en vías de desarrollo, a las que deberían proveer de "tecnología y financiación". En relación a la misma cuestión, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, urgió a sus socios a impulsar la transición ecológica para atajar el encarecimiento de los precios de la energía, que "afecta a todo el mundo", y les pidió que compartan 100.000 millones de dólares para ello: "El aumento de los precios de la energía afecta a todo el mundo. Debemos brindar respuestas sostenibles y coherentes con la transición ecológica en curso". Y poco más se ha tratado en relación a esta cuestión, que previsiblemente seguirá abordándose en las próximas horas.
El impuesto mínimo global, primer paso del G20
La primera jornada de la cumbre de líderes del G20 en Roma logró hoy un primer objetivo cumplido: la adopción, tras largas negociaciones, de un impuesto mínimo global a las multinacionales para equilibrar el sistema tributario internacional."Tras cuatro años de un intenso debate se ha alcanzado un acuerdo histórico sobre una solución basada en dos pilares para afrontar los retos fiscales emergidos con la digitalización y la globalización de la economía", aseguraron fuentes de la presidencia italiana de turno del foro de las veinte potencias.
Los jefes de Estado o Gobierno del G20 acordaron un impuesto mínimo global a sociedades de al menos el 15% para lograr un sistema tributario más justo y evitar que se aprovechen de regímenes fiscales complacientes y no paguen impuestos donde operan. Uno de los más entusiastas fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien celebró el acuerdo y aseguró que así la comunidad internacional "ayudará a las personas haciendo que las empresas contribuyan pagando su cuota" de impuestos. El mecanismo, que se adoptará para 2030, sigue el camino ya trazado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de un sistema sustentado en dos pilares.
El primero fija que el volumen del beneficio residual de las empresas, es decir, el restante después de que el país donde esté la sede se haya quedado con el impuesto correspondiente al 10 % de la rentabilidad, se repartirá entre los países donde operan. El segundo establece un tipo mínimo de sociedades del 15 % para las que tengan una facturación de al menos 750 millones de euros. La OCDE ya informó de que 136 países y jurisdicciones, que abarcan más del 90 % del PIB mundial sobre los 140 que participan en las negociaciones, acordaron que para el primer pilar la cifra sea del 25 % de ese beneficio residual, después de que hasta ahora se estuviera discutiendo entre un rango entre el 20 y el 30 %.
Esto se refiere a grandes empresas con una facturación mundial superior a 20.000 millones de euros y una rentabilidad superior al 10 %, y el reparto de beneficios se haría entre los países donde cada compañía tiene ingresos superiores a un millón de euros (250.000 euros en pequeños estados). El objetivo, agregaron las fuentes, es garantizar unas normas fiscales justas, modernas y eficaces, claves para fomentar las inversiones y el crecimiento.
El transcurso del G20
Han sido las reuniones bilaterales las que han cobrado gran protagonismo en la celebración de esta cumbre. A destacar: que Boris Johnson, primer ministro británico, ha apremiado a Von der Leyen, presidenta de la Comunidad Europea, a buscar soluciones para el problema con Irlanda del Norte, una reclamación que la CE se ha "comprometido" a tratar de forma intensa; que Joe Biden, máximo mandatario de EEUU, ha mostrado su apoyo a reeditar el pacto nuclear con Irán si este país lo respeta; que la UE y Argentina han acordado "fortalecer más" sus vínculos bilaterales; que México y Rusia han reclamado reconocer todas las vacunas eficaces contra la COVID-19 y los certificados de vacunación; y que el propio G20 hará un llamamiento al FMI para revisar su política de sobrecargos.
En otro orden, cabe destacar que la Policía italiana ha intervenido a primera hora de la mañana para eliminar un bloqueo formado por aproximadamente medio centenar de manifestantes a favor del medioambiente cerca de la zona de seguridad de la cumbre del G20 que arranca este sábado en Roma. Se trataba de medio centenar de manifestantes del llamado Campamento Climático que decidieron bloquear el tráfico de la avenida Cristoforo Colombo al sentarse en mitad de la calzada al grito de "Si no hay cambios, bloquearemos la ciudad".
Y en lo que a España respecta, uno de los momentos más destacados del día para nuestro país en este G20 se ha dado cuando se ha podido ver a Pedro Sánchez saludando brevemente al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, antes de la sesión sobre 'Economía y salud global'. Ambos dirigentes se han estrechado la mano y han estado conversando durante medio minuto de forma distendida, manteniendo en todo momento ambos una sonrisa y gestos de afecto y de complicidad. A continuación, Sánchez ha saludado a Erdogan, presidente de Turquía. El líder del Ejecutivo español ha cerrado su agenda de este sábado con una cena de gala en el Palacio del Quirinal, invitado por el presidente de Italia, Sergio Mattarella. El otro anfitrión de la noche: el primer ministro italiano, Mario Draghi.