A pesar de que Mariano Rajoy ha pedido a sus ministros que no se pronuncien sobre la división interna en el PSOE, el ministro Margallo ha afirmado que su única vía es facilitar la gobernabilidad del país porque no está en el mejor momento para nuevas elecciones. "No sé a quién tendría que llamar el rey en una nueva ronda de contactos porque hay dos PSOE", ha dicho.
Desde el PP, califican la guerra interna socialista como un espectáculo y urgen a la formación de un gobierno cuanto antes. "No puede ser que los intereses personales de algunos líderes estén por encima de los intereses generales de los españoles", ha criticado la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy.
Desde Ciudadanos, a pesar del silencio de esta semana, señalan que un gobierno socialista no sería la solución. "Es evidente que España no se puede permitir un gobierno del PSOE con otros partidos que ni siquiera tiene el aval del propio partido con 85 diputados", ha afirmado la presidenta de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas.
Por su parte, Podemos insiste en que la intentona de echar a Sánchez de la secretaría general es un fraude democrático y que ellos son la esperanza de la izquierda. "Si finalmente triunfan los que quieren entregar el gobierno a Rajoy, nos toca entregar garantías a los españoles que quieren una opción alternativa al PP", ha asegurado el líder del partido, Pablo Iglesias.
Todos los partidos pendientes del lío interno del partido socialista.