Admite "una situación procesal incómoda"
García Ortiz reafirma su rechazo a dimitir por su "lealtad" a la Fiscalía: "Sería más cómodo irme, pero haría concesión a los delincuentes"
El contexto El Tribunal Supremo investiga al fiscal general del Estado por un presunto delito de revelación de secretos por la filtración de correos y la publicación de una nota de prensa en relación a la causa por fraude de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.

"El fiscal ni huye ni se esconde. Aquí está". Efectivamente, allí estaba el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en la comisión de justicia del Senado para dar cuenta de las actividades de la Fiscalía. Una comparecencia que se celebra de forma anual y sin muchos sobresaltos, que en esta ocasión, en cambio, ha habido hueco para la tensión política a raíz de ser preguntado por su imputación por un presunto de revelación de secretos en el Tribunal Supremo. Aunque ha tratado de no entrar en cuestiones políticas, García Ortiz se ha reafirmado en su decisión de no abandonar el cargo, aunque admite que sería lo más "cómodo".
Al tiempo que ha admitido estar "en una situación procesal incómoda", no ha dudado en subrayar que "el fiscal siempre está en posición incómoda" y en destacar que "decir que [el Gobierno] se asaltan instituciones equivocarse", puesto que la de fiscal general del Estados es "es legítima designación" del Ejecutivo central. Una aclaración referida a las acusaciones que llegan desde la oposición a Pedro Sánchez al que señalan como responsable de la "degradación de las instituciones", según apuntó en su día el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo.
Unas críticas que él mismo ha recibido este mismo martes en la Cámara Alta, ante las que ha asegurado "hay que mantener posición de neutralidad", aunque las ha calificado de "durísimas" y "alguna innecesarias". Precisamente, velando esa neutralidad ha lamentado que no poder defenderse, puesto que él como fiscal general del Estado no puede "salir al campo político" y responder a los parlamentarios que han cargado contra él, puesto que él es "jurista".
Eso sí, les ha recordado que "hasta cierto punto es fácil meterse con el fiscal", e incluso, tirando de cierta sorna, ha dicho que "hasta un niño de cuatro años lo podría hacer". Más tarde, de hecho, ha insistido que a pesar de ello "el fiscal general del Estado ni huye ni se esconde", además de que "da las explicaciones en el momento oportuno y cuando puede". Unas palabras derivadas de que uno de los senadores le afeara que diera una entrevista en la cadena pública, a donde dice el fiscal fue "para explicar" su "no dimisión", una vez conocida la investigación contra él.
Si bien estaba en el Senado para dar cuenta de la actividad del Ministerio Público, ha criticado que "no se puede traer al fiscal para hablar de procesos pendientes", puesto que conllevaría una "interferencia en la justicia" que se sumaría a la "dificilísima labor del magistrado" del Alto Tribunal Ángel Hurtado encargado de la causa que le investiga por un presunto delito de revelación de secretos.
Por ello, ha sentenciado que desde el Ministerio Público no quieren "interferir" en la justicia, sino que esta "sea independiente". Y es que, según ha destacado a renglón seguido, "la Fiscalía sobre una causa en curso, no es susceptible de control parlamentario". De hecho, subraya que "en sede parlamentaria" como es el Senado, su "libertad de expresión está limitada".
Respecto a los interrogantes de su no dimisión al frente de la Fiscalía General del Estado a pesar de estar investigado, García Ortiz argumenta en en favor de la institución. "No dimito porque la Fiscalía española es muy fuerte. Trascenderá a este fiscal y no perderá la credibilidad", ha dicho el jefe de los fiscales, quien considera que "si dimitiera, haría concesión a los delincuentes".
A pesar de admitir que "desde el punto de vista personal sería más fácil marchase", García Ortiz considera que "la fortaleza de la Fiscalía se defiende con lealtad", lo cual asegura que no es aferrarse al cargo, sino creer "en la institución": "Sería más cómodo irme. Pero hay que defender valores y principios en los que se cree", ha zanjado contundente el fiscal de los fiscales.