Tras la ruptura de Vox con el PP en los gobiernos autonómicos, Juan García Gallardo, el que más tiempo llevaba en el cargo, paradójicamente va a ganar más que antes, a pesar de que no gobernará. El político aseguró en abril de 2023 que no había llegado "a la política para ganar dinero". Sin embargo, como vicepresidente de Castilla y León percibía unos 80.000 euros anuales, y ahora, como portavoz de Vox en las Cortes, llegará a los 100.000 euros. De esta forma, la dimisión le hace ganar 20.000 euros más al año.
Otro de los exvicepresidentes de Vox que encaran su futuro en sus parlamentos es Alejandro Nolasco, en Aragón, quien ha afirmado que van a hacer "una oposición en consonancia con los valores de Vox". Nolasco tenía un sueldo de 79.000 euros al año, y si termina de portavoz de Vox en las Cortes de Aragón, como apunta la prensa local, ganará 69.000. Así el político de Vox perderá 10.000 euros, aunque él se consuela y saca pecho: "A la persona que venga a sustituirme tengo que decirle que se va a encontrar con todo el trabajo hecho".
En Murcia, José Ángel Antelo llegó a la política diciendo que estaba muy en contra de cómo se gestiona el dinero en las Cortes con los partidos políticos, pero, ahora, parte de esa gestión le ayudará a no perder mucho salario. De vicepresidente cobraba 75.000 euros anuales, y ahora de portavoz recibirá 68.000, por lo que pierde 8.000 euros, pero si fuera diputado raso, perdería 16.000 euros más.
El cuarto vicepresidente es Vicente Barrera, de la Comunidad Valenciana. Su caso es distinto, ya que no es diputado regional, por lo que se ha quedado técnicamente fuera de la política. Además, tampoco tiene ninguna pensión exclusiva por el cargo que ha desempeñado.