El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha admitido este miércoles que "hay un riesgo" de atentado terrorista en Cataluña como el que puede existir en otros países europeos, pero ha precisado que "no hay que caer en el alarmismo".
En declaraciones a Catalunya Ràdio, el conseller se ha pronunciado en estos términos con motivo del quinto aniversario de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils (Tarragona) de 2017. El titular de Interior de la Generalitat ha explicado que, tal como apuntan los servicios de inteligencia de diferentes países, hay "un riesgo" de atentado terrorista que, en todo caso, de producirse probablemente no sería cometido por una organización ni se trataría de una acción organizada, sino protagonizada por una persona a título individual.
Pese a este "riesgo", Elena ha precisado que "no hay que caer en el alarmismo". No obstante, ha subrayado que, dado este "riesgo", el departamento de Interior dedica muchos recursos para prevenir ataques terroristas, destinados a diferentes tareas como la información, la investigación, el seguimiento de personas que puedan caer en una radicalización o para la vigilancia de espacios.
El conseller, por otro lado, se ha comprometido a que su departamento elabore un protocolo de atención a las víctimas de atentados terroristas, y sobre esta cuestión ha informado que se ha firmado un convenio con la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT).
"Tiene que existir un marco que defina con más precisión el acompañamiento a las víctimas", ha esgrimido. Elena ha señalado que "alguna cosa hemos hecho mal" las administraciones en general si las víctimas de los atentados yihadistas de 2017 denuncian abandono.
El comisario de los Mossos d'Esquadra Eduard Sallent, en la misma línea que ha apuntado el conseller sobre el riesgo de atentado terrorista, ha explicado también en declaraciones a la misma emisora que la "amenaza con la que nos encontramos sería la de una persona autorradicalizada", vinculada a algún núcleo como los combatientes extranjeros o personas que han estado en prisión.
Para luchar contra la amenaza terrorista, el comisario ha resaltado la importancia de la colaboración y el intercambio de información entre los diferentes cuerpos de seguridad.
16 muertos y centenares de heridos
Younes Abouyaaqoub, un joven de 22 años y vecino de Ripoll (Girona), fue quien causó el terror en Barcelona cuando hacia las 17.00 horas del 17 de agosto de 2017 embistió con una furgoneta a decenas de personas que paseaban por las Ramblas, en un recorrido de 650 metros entre plaza de Cataluña y el mosaico de Miró frente al Liceu, en el que mató a trece personas y lesionó a más de un centenar, una de las cuales murió semanas después en el hospital.
El joven terrorista abandonó la furgoneta, huyó a pie por el mercado de la Boqueria y cruzó andando Barcelona hasta la zona universitaria, donde a las 18.15 horas abordó a un joven que iba a aparcar su coche, le mató a puñaladas, lo colocó en los asientos traseros y logró escapar de un control de los Mossos en la salida de la capital catalana por la Diagonal.
Posteriormente, hacia las tres de la madrugada, cinco terroristas arrollaron con un turismo a varias personas en Cambrils (Tarragona) -causando un muerto y media decena de heridos- y emprendieron una fuga a pie por el paseo marítimo, mostrando chalecos con explosivos que resultaron ser simulados, hasta que fueron abatidos, cuatro de ellos por un mismo mosso.
Tras cuatro días de fuga, los Mossos localizaron finalmente, gracias a la colaboración ciudadana, a Abuyaaqoub escondido en un viñedo de Subirats (Barcelona) y lo abatieron cuando gritaba "Alá es grande" y se abría la camisa para mostrar un cinturón que parecía llevar cargas explosivas, aunque resultó ser falso.
Los terroristas habían tenido que improvisar y actuar a la desesperada después de la explosión, la noche antes, de la casa de Alcanar (Tarragona) donde preparaban explosivos, en la que murió el imán Abdelbaki Es Satty, que había captado y radicalizado a los miembros de la célula.
La sentencia
La Audiencia Nacional ratificó el pasado mes de julio los aspectos más relevantes la sentencia en la que el pasado año condenó a tres supervivientes de la célula y en la que admitió que las víctimas han sido "las grandes olvidadas" durante la instrucción de esta causa. Tras una pequeña reducción de las condenas iniciales por una cuestión técnica, la Audiencia ha impuesto finalmente 43 años de cárcel a Mohamed Houli, quien resultó herido en la explosión en Alcanar, 36 años a Driss Oukabir, quien alquiló la furgoneta de Las Ramblas, y 8 a Said Ben Iazza, por colaboración, ya que prestó su documentación y una furgoneta para comprar y transportar explosivos.
A Houli y Oukabir la Audiencia no les ha condenado como coautores de los 16 asesinatos cometidos por el resto de la célula terrorista, como pedían las acusaciones, al considerar que no tuvieron conocimiento ni participaron en las acciones terroristas.
Más de 7 millones en indemnizaciones a las víctimas
Un total de 130 víctimas de los atentados serán indemnizadas con 7.228.798,78 euros, según datos del Ministerio del Interior. Hasta 355 víctimas figuran en la relación de hechos probados de la sentencia del caso, ratificada por la Audiencia Nacional en sus aspectos fundamentales el pasado mes de julio, aunque solo 216 han solicitado algún tipo de ayuda o indemnización a Interior.
De esas 216 personas, 130 obtendrán finalmente una compensación por los daños físicos o psíquicos causados por los acontecimientos de aquel 17A. De los expedientes de las 86 víctimas restantes que solicitaron algún tipo de indemnización, 84 fueron desestimados por distintos motivos y dos se encuentran actualmente pendientes de resolución. El resto de víctimas reflejadas en la sentencia, 139, no han presentado solicitud de compensación en plazo por motivos que se desconocen.