La Generalitat ha hallado un "mecanismo legal" que permitirá ya este año que los funcionarios de la Generalitat que lo deseen puedan trabajar dos festivos estatales: el 6 de diciembre, Día de la Constitución, y el 12 de octubre, la Fiesta Nacional de España.
En una entrevista, el conseller de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, ha anunciado que el Govern aprobará un acuerdo de gobierno en septiembre que habilitará la fórmula legal para que el personal de la Generalitat pueda trabajar esos dos días. El conseller ha querido dejar claro que la opción de trabajar en esas dos festividades será completamente "voluntaria".
"No obligaremos a nadie a hacer fiesta estos dos días, pero sí que habilitaremos la posibilidad de que aquellas personas que quieran trabajar estos dos días puedan hacerlo", ha concluido. Preguntado por si teme impugnaciones por parte del Estado, el conseller ha asegurado: "Lo hemos querido hacer de acuerdo con la legislación y hemos buscado el mecanismo que permitirá hacerlo posible". Con todo, Puigneró ha explicado que hasta septiembre no se darán a conocer los detalles de la fórmula que se ha buscado.
El conseller ha recordado que el año pasado recibió una carta de muchos funcionarios catalanes que pedían tener el derecho de trabajar esos dos días, al no sentirse representados por esas festividades, y ha añadido que esa demanda la respaldan también colectivos de la administración y algunos sindicatos, entre ellos la Intersindical-CSC.
Preguntado por si la medida también se podrá extender al personal de los ayuntamientos catalanes, Puigneró ha explicado que la petición de habilitar esos días como laborables provenía de los empleados de la Generalitat, y de momento se pondrá en marcha para los trabajadores del gobierno catalán, que son más de 200.000. "Lo que pueda pasar en otras administraciones no es de mi responsabilidad", ha añadido el conseller, que ha dejado en manos de los ayuntamientos la decisión de trabajar o no esos festivos.
En los últimos años un grupo de ayuntamientos catalanes, especialmente los gobernados por formaciones independentistas, abrieron sus puertas el 12 de octubre y convirtieron el Día de la Hispanidad en laborable para aquellos funcionarios que quisieran trabajar.
No obstante, la polémica se desató en 2016, cuando un juez, a instancia de la Delegación del Gobierno en Cataluña, prohibió abrir el Ayuntamiento de Badalona el 12 de octubre y seis concejales de ese consistorio decidieron abrir las puertas del consistorio y fueron luego acusados de desobediencia..