El conseller de Interior ha apuntado que un mosso d'esquadra no tiene que llamar "idiota" a un manifestante, como sucedió el pasado 21D, por lo que este caso "se tiene que investigar y actuar". "No tendría que ser normal", ha añadido Miquel Buch en alusión al vídeo ampliamente difundido en las redes sociales en que se ve el enfrentamiento verbal que mantuvieronun agente antidisturbios que integraba el dispositivo de seguridad del 21-D con un miembro independentista de los Agentes Rurales de la Generalitat.

El agente rural instaba al mosso a defender la República, a lo que éste último respondió: "Qué República ni qué cojones. La República no existe, idiota". En declaraciones a 'RAC1', Buch se ha referido también a las críticas por las cargas policiales el 21D y ha asegurado que "la policía no se mueve si no quieren traspasar la línea o tiran objetos contundentes".

Y ha apuntado: "Cualquier democracia del mundo necesita tener un cuerpo policial que garantice el orden público. El viernes había gente que llevaba la cara tapada y tiraba vallas y objetos contundentes a los Mossos". "Los Mossos protegieron y garantizaron el orden público", ha remachado el titular de Interior, que ha insistido en que la policía catalana "permanentemente revisa las imágenes: las de los medios y también las propias. Si hay algún agente que haya actuado de una manera no correcta, el mismo Cuerpo tiene sus protocolos y formas de actuar para hacer lo que corresponda".

"Todos los trabajadores públicos tienen los procesos internos de revisión en caso de que alguien no haya actuado como corresponde. Todos se revisan. Ahora bien, son estructuras en que se hace de puertas adentro. Por protección de datos, tampoco me corresponde dar según qué explicaciones en un medio como éste", ha señalado Buch, que ha aclarado que de los vídeos "se tiene que ver toda la secuencia entera".

No obstante, ha recordado que en estos casos "se tiene que golpear por debajo de la cintura". "Golpear en la cabeza sería una praxis que no se ajusta al protocolo establecido. Tenemos que revisar todas las imágenes, ver qué ha pasado antes, durante y después. Yo puedo compartir las dudas y el enojo de la ciudadanía, pero ahora soy conseller de Interior y me corresponde garantizar que los protocolos internos de control existen y funcionan", ha agregado.

Pese a ello, ha recordado que "una vez más, los catalanes demostraron que el proceso es pacífico", aunque "puntualmente, hay ciudadanos que usan la violencia", y ha dicho que sintió "orgullo como catalán" cuando vio a personas que se ponía delante de los violentos para aislarlos.

El conseller ha insistido en que los Mossos tienen "una enorme presión", más de la normal, "por el proceso que vivimos en el país y la voluntad de algunos partidos que pretenden politizar la policía de Cataluña, que ha demostrado sobradamente que es una policía democrática y no política".

Al respecto, Buch ha indicado que les "faltan 2.000 agentes, que piden "una promoción de 750 plazas de los Mossos d'Esquadra y el Gobierno español no las ha aprobado todavía" y que se han tenido que "espabilar" ellos solos. Buch, que ha tildado de "exitoso" el operativo del 21D por las protestas organizadas por organizaciones independentistas por la reunión del Consejo de Ministros en Barcelona, también ha explicado que "ha sido intenso". "Veníamos de unas cartas amenazantes del Estado y superamos el reto. Lo trabajamos como si fuera un G20 o la visita de un Jefe de Estado como podía ser Macron. En este caso, era Pedro Sánchez", ha señalado.

"Los otros cuerpos policiales no tuvieron ninguna influencia", ha subrayado el conseller de Interior, que ha añadido: "El orden público, en Cataluña, pertenece a los Mossos d'Esquadra. Esto quedó claro en los perímetros. Todos trabajábamos en función de nuestras competencias". "El operativo resultó exitoso -ha insistido Buch- porque se evitó que se pudiera saltar el cordón policial para llegar más cerca de la Llotja de Mar (donde se celebró el Consejo de Ministros). Ahora bien, ni al conseller de Interior ni a la policía le gusta hacer uso de la fuerza. Si se intenta atacar y saltar el cordón, la policía tiene que actuar con fuerza. En Barcelona y en cualquier otro país del mundo. Y si se tiran objetos contundentes, vallas o pirotecnia contra la policía, los agentes tienen que actuar".

Finalmente, Busch ha señalado: "Nosotros no somos quien tiene que decidir dónde se reúne el Consejo de Ministros. Podríamos valorar otro lugar. La consellera Artadi habló de un tema de movilidad. En otro lugar de Barcelona no habría habido estos problemas, pero decidirlo no nos corresponde a nosotros".