El Gobierno se ha comprometido a ofrecer protección diplomática a los dos españoles detenidos en Venezuela acusados de formar parte de una supuesta operación dirigida por Estados Unidos para asesinar a Nicolás Maduro. Además, exigen al régimen de Maduro poder identificarlos.
"Hemos solicitado por nota verbal conocer y poder ver la identidad de estas personas, poder verles evidentemente, que se nos informe sobre cuales son los cargos y sobre todo vamos a ejercer la protección diplomática y consular que siempre hacemos frente a cualquier persona española que esté detenido o detenida en cualquier país", ha comentado este martes la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado que le han trasladado "al canciller venezolano la obligación de que nos comuniquen dónde están y los cargos".
"España va a ejercer la protección diplomática y la protección consular con respecto a estos españoles como hemos hecho siempre con cualquier español que esté detenido", ha asegurado el ministro.
Así, Albares ha negado que los españoles tuvieran "vinculación alguna con ningún organismo público español mucho menos con el CNI", como así aseguraba el régimen de Nicolás Maduro.
Quiénes son los dos españoles detenidos en Venezuela
José María Basoa Baldovino y Andrés Martínez Adasme, de 35 y 32 años respectivamente, son los dos españoles detenidos en Venezuela acusados de conspirar para asesinar al presidente Nicolás Maduro. Ambos residían en Zarautz, Gipuzkoa, y llevaban desde principios de mes en paradero desconocido.
Su familia comunicó su desaparición el 9 de septiembre. En un comunicado compartido en las redes sociales, señalaban que habían sido vistos por última vez el 2 de septiembre en Inírida, Colombia, rumbo a Puerto Ayacucho, Venezuela. "Ambos viajaban sin guía y no hemos tenido noticias desde su última conexión telefónica ese día a las 08:23 AM", rezaba el mensaje.
Los dos jóvenes volaron el 17 de agosto de Madrid a Caracas, pero después viajaron a Colombia, cruzando desde el Puerto de Ayacucho. Dos días después, avisaron a sus familias de que cogían una lancha de vuelta a Venezuela. Ese mismo día tendrían que haber devuelto un coche de alquiler, pero no lo hicieron.
El hotelero y guía que estuvo con ellos, Mauricio Bernal, cuenta que la última vez que les vio "estaban cogiendo la lancha que los iba a transportar hasta Venezuela".