Consejo de Ministros

El Gobierno desclasifica los documentos del CNI que pedía Junts sobre los atentados en Barcelona y Cambrils

La medida forma parte de la desclasificación de información relacionada con los atentados de 2017, en la que también se incluyen los registros de las visitas de agentes del CNI a Abdelbaki Es Satty.

Efectivos policiales en las Ramblas de Barcelona tras el atentado (Archivo) Efectivos policiales en las Ramblas de Barcelona tras el atentado (Archivo) Agencia EFE

El Gobierno ha levantado este lunes el secreto sobre el registro de visitas que agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) realizaron al imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, considerado el cerebro de los atentados yihadistas del 17 de agosto de 2017 en Las Ramblas de Barcelona y Cambrils (Tarragona). Esta medida es uno de los puntos clave tratados en la reunión del Consejo de Ministros, tras el acuerdo alcanzado entre Junts y el PSOE para desclasificar varios documentos relacionados con los atentados.

Según ha adelantado la 'Cadena SER' y confirmado por fuentes de Defensa a EFE, el Gobierno ha desclasificado los documentos solicitados por la comisión de investigación de los atentados en el Congreso de los Diputados. Entre ellos se encuentra el registro de las visitas que Es Satty recibió en la prisión de Castellón de agentes del CNI. En su comparecencia ante la comisión parlamentaria, el exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán, ha confirmado que agentes del servicio de inteligencia visitaron al imán en varias ocasiones durante su estancia en la cárcel entre 2012 y 2014, periodo en el que cumplió condena por delitos de narcotráfico.

Sanz Roldán ha explicado que estas visitas formaban parte de las actividades del CNI en la lucha contra la radicalización en mezquitas y prisiones, aunque negó rotundamente que Es Satty fuera un confidente del CNI. Además, ha asegurado que no disponían de información previa a la comisión de los atentados y ha subrayado que el CNI no fue responsable de la tragedia, afirmando que las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia no pudieron evitar los atentados debido a la superioridad operativa de los responsables de los ataques.

El exdirector del CNI también ha rechazado teorías conspirativas que sugieren un encubrimiento institucional, insistiendo en que "no existió ningún elemento que sugiera una narrativa distinta" a los hechos confirmados. En 2023, el Tribunal Supremo ratificó las condenas a 43 y 36 años de prisión a los principales acusados, Driss Oukabir y Mohamed Houli, por su implicación en los atentados que causaron 16 muertos y 140 heridos. La condena del tercer implicado, Said Ben Iazza, fue reducida a 18 meses de prisión por dudas razonables sobre su conocimiento del alcance de su colaboración con la célula terrorista.