El Gobierno y los empresarios han roto definitivamente los puentes en pleno año electoral. Después del plante de la patronal a la reunión con el Ejecutivo sobre el salario mínimo profesional, a la que se negaron a acudir solo por "la foto", la coalición ha constatado la distancia con los empresarios y confirmado la sintonía con los sindicatos.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha justificado su ausencia de la reunión en que no iban a ir para "la foto", cargando contra la actitud del Gobierno que, a su juicio, consiste en que "yo te subo los salarios y me desentiendo". "Hablar de las grandes empresas con el SMI es no entender la realidad", ha dicho Garamendi, que ha explicado que en las grandes empresas "prácticamente" no se percibe esta retribución. El líder empresarial destacó que con esta subida del SMI "en vez de 14 pagas ahora son 15", aludiendo a los costes añadidos que afrontarán estas pymes y autónomos.
Por su parte, desde el Gobierno ya el presidente Pedro Sánchez, sin mencionar a los empresarios, criticó a la banca, las energéticas y las grandes fortunas que no colaboran en estos tiempos inciertos. Si una empresa gana 600 millones al año, ¿por qué esa ganancia va a parar solo a manos de unos pocos? ¿Por qué se recompensa al consejero delegado, al consejo de administración, al director financiero... pero no a dependientes, transportistas, administrativos o reponedores? ¿No tienen ellos también parte del mérito de ese éxito empresarial?", se ha preguntado.
Más claro fue el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, que calificó de "irresponsabilidad" el hecho de que la CEOE se ausentara de la reunión. A su juicio, CEOE "no puede abstraerse de una cifra que es decisiva", no solo para los trabajadores, sino también para las empresas. Además, señaló que la subida del SMI es una "de las decisiones más importantes" que el Gobierno va a adoptar en materia laboral este año.
La vicepresidenta Yolanda Díaz, por su parte, ha asegurado estar "muy satisfecha" y "muy contenta" con la subida del salario mínimo no por el Gobierno, sino por los trabajadores, que son "quienes están sufriendo por la pérdida de poder adquisitivo".
Por su parte, los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente, celebraron el acuerdo con el Ministerio de Trabajo y reprocharon a la CEOE que no haya asistido a las reuniones donde se ha abordado esta cuestión, acusándole así de "borrarse" de la negociación.
"Las personas que van a recibirlo, con toda seguridad, no van a ahorrarlo, sino que van a gastarlo", ha asegurado el líder de UGT, quien ha augurado que "la reactivación económica desde ese punto de vista será importante". En este sentido, Sordo ha denunciado que "para mejorar o mantener los beneficios empresariales se están incrementando los precios al consumo y, a la vez, se pretende devaluar los sueldos. Es una estrategia suicida de país y emplazamos a CEOE a alejarse de ella".
Precisamente, tanto Sordo como Álvarez criticaron a CEOE por no asistir a las reuniones con el Gobierno para tratar la subida del SMI. "Que no haya acudido a la reunión no es una pataleta ni una anécdota. Es algo que hay que reprochar y censurar", ha reprochado el responsable de CCOO. "Si esto va de apuntarse a las reuniones cuando se va a soltar dinero público a espuertas, que lo digan", ha afeado Sordo.