El Gobierno y la oposición sacan la artillería pesada en un nuevo debate de tintes broncos en el Congreso de los Diputados, esta vez a cuenta de la defensa -por una parte-, y de las enmiendas a la totalidad -por la otra- del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2022. Dos han sido en esta ocasión los protagonistas que han marcado el ritmo de la tensión en el hemiciclo con sus intervenciones; nombres propios en el terreno político: la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el líder del Partido Popular, Pablo Casado.
Apenas segundos después de subir al estrado, el máximo dirigente de los populares lanzaba toda una ofensiva a las cuentas del Ejecutivo de Pedro Sánchez: "Es un Presupuesto que nace muerto. Nadie se cree, ni la ministra de Hacienda, las previsiones macroeconómicas". Casado ha ahondando en lo que, a su juicio, son los mayores errores del proyecto económico de la coalición: "Los ingresos no van a cuadrar. Además de ser falsos, van en contra de lo que hacen todos los socios europeos".
"Son presupuestos radicales porque los han pactado con Bildu, según Otegi, a cambio de sacar a 200 presos, y con ERC a cambio de indultos. (Presupuestos) pactados con un partido comunista como Podemos", ha denunciado el presidente del PP, que en esta línea ha tachado también las cuentas de "radicales" porque "han hecho modificaciones de la ley de vivienda, cargándose la propiedad privada". Casado ha lamentado que el PSOE, "como siempre, recauda más porque los españoles se endeudan más", y ha asegurado que nuestro país sufre "un problema de inflación muy grave".
La ausencia del presidente del Gobierno en este debate también ha sido un punto de apoyo para que Casado pudiera reforzar sus críticas, denunciando que "el presidente no viene ni a escuchar lo que están pagando las clases medias y trabajadoras, que es insoportable". Ha ofrecido un dato sin citar fuente alguna: "Desde que ha llegado Sánchez al Gobierno, cada español debe 5.300 euros más que van a pagar sus hijos y nietos hasta 2058". Y ha acusado a "la izquierda" de dar otro "sablazo a las clases medias y trabajadoras".
El PP tendrá que venir por tercera vez a sacarnos de la ruina, y lo hará a pesar de un Gobierno tan nefasto"
"El problema es que Sánchez en Bruselas dice que va a hacer las reformas en un sentido, y aquí en otro", ha insistido Casado, con amenaza incluida: "Si no hacen público esta semana el documento de acuerdo con la Unión Europea, iremos a la Comisión y lo haremos público. Ya está bien de mentir". A modo de conclusión, Casado ha aprovechado para enumerar algunas de las medidas incluidas en su propuesta alternativa a los Presupuestos del Gobierno de coalición.
A destacar, según ha indicado el líder popular, que las cuentas "se rebajen 10.000 millones de euros", que se "reduzca el Gobierno a la mitad" y "el gasto público sin tocar partidas sociales", que se lleve a cabo una "reforma energética que abarate la factura 9.000 millones" o que se reedite o elimine el impuesto al diésel, asegurando en este punto que desde el Ejecutivo "no quieren que los españoles se muevan libremente aunque no tengan Falcon". Casado ha concluido su turno de palabra afirmando que el PP "tendrá que venir por tercera vez a sacarnos de la ruina, y lo hará a pesar de un Gobierno tan nefasto".
Montero califica a Casado de "caricatura"
Mientras la bancada del PP se ponía en pie para aplaudir a Casado, María Jesús Montero se encaminaba al atril para responder a todos los ataques y planteamientos expuestos por Casado minutos antes. "Usted no se ha leído el Presupuesto", ha arrancado la ministra de Hacienda, precisando que, con sus declaraciones, Casado ha "presentado una caricatura" de sí mismo: "Ha utilizado datos falsos, se nota que le molesta mucho que España vaya bien. No se alía con el interés general, sino que está en sus cosas".
Montero no se ha andado con rodeos a la hora de reseñar que el dirigente popular "ha preferido regodearse en la ruina" a realizar un discurso constructivo: "Se ha abonado a una estrategia de todo negro, todo ruina y todo caos". La titular de Hacienda ha asegurado que a Casado le "da coraje" la ley de vivienda y que sus palabras suponen "una patada a la recuperación": "Según usted, hay que volver ya a la austeridad. No ha aprendido nada durante la pandemia. No han dicho nada del valor de lo público".
En este punto, ha hecho una defensa férrea del Presupuesto presentado por su Gobierno: "Es creíble, ajustado; bueno para los españoles y adecuado para nuestro tejido productivo. Los datos son tozudos, no tiene nada que ver con las previsiones. Hablo de de datos, recaudación y caja, no son ensoñaciones". Y ha zanjado sin tapujos: "A pesar de que el PIB pueda ser menor de lo previsto -sigue en valores anteriores al inicio de la crisis del COVID-19-, la recaudación no será menor y las cuentas cuadran".
Usted no es Draghi, y se nota. Para su política liberal, la desigualdad es un mal necesario"
Así se ha expresado la ministra a lo largo de más de 40 minutos de intervención -ha ironizado al respecto, subrayando que sabe que "se les hace largo", pero que seguiría todo lo que fuera "necesario"- y entre las continuas interrupciones de la bancada popular; interrupciones que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha intentado atajar en varias ocasiones sin gran éxito. Montero ha finalizado su turno de palabra dirigiéndose directamente a Casado.
"Usted no es Draghi, y se nota. Los fondos europeos se le atragantan porque cree que son buenos para el país. Para su política liberal, la desigualdad es un mal necesario. Votar no es votar 'no' en inversiones a los territorios, en ciencia; decir 'no' a la responsabilidad fiscal y a la justicia social, y a reformas estructurales. España no se merece ni recorte ni privatizaciones, no son las políticas que hay que aplicar ni ahora ni en ningún momento derivado de una crisis", ha dicho la ministra, acusando al PP de querer recortar gasto público, y advirtiendo de que "todavía no toca planes de ajuste ni políticas de ajuste que tanto les gusta".
Frente a ello, ha defendido los 40.000 millones de euros de inversión prevista en las nuevas cuentas, su "enorme potencial transformador", y ha defendido, ante las dudas de Casado sobre la capacidad de recaudación, que este mismo año el Gobierno preveía un 10,8% más de ingresos y, hasta octubre, los datos de recaudación suben un 14%.