El Gobierno pone en marcha el Fondo de Resiliencia Autonómica (FRA), tras la formalización de los primeros acuerdos legales con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y activa un primer tramo de 3.400 millones de euros para financiar proyectos regionales. El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se reunió esta tarde con los consejeros de los gobiernos y ciudades autónomas para informar de la puesta en marcha de este fondo, que podrá canalizar hasta 20.000 millones de fondos europeos en préstamos para financiar proyectos públicos y privados regionales en condiciones ventajosas y a largo plazo.
El Fondo de Resiliencia Autonómica se despliega por fases, que se irán ampliando de forma progresiva para maximizar el impacto de su ejecución. La primera fase pondrá en marcha financiación a proyectos regionales públicos y privados por 3.400 millones de euros. Esta financiación es complementaria a la que realiza el Grupo BEI -formado por el BEI y el Fondo Europeo de Inversiones (FEI)- con recursos propios adicionales y a la atracción de financiación privada proveniente de los intermediarios financieros y otros inversores. En el encuentro de hoy, Cuerpo ahondó en los detalles del fondo y en su gobernanza, en la que las comunidades tendrán un papel para decidir qué proyectos serán financiados.
El ministro solicitó a las regiones que designen a sus representantes en los Consejos de Inversión que darán seguimiento al desempeño de este fondo, aprobarán las grandes operaciones de financiación a proyectos regionales y supervisarán la selección de los intermediarios financieros. Se espera que estos representantes sean designados en las próximas semanas, permitiendo de este modo que se empiecen a aprobar las primeras operaciones.
La expectativa del Gobierno es que el fondo esté a pleno rendimiento a finales de agosto. El objetivo de este fondo es dar continuidad al impulso de proyectos que fomenten la transformación y resiliencia de la economía, financiando iniciativas privadas y públicas en vivienda social y regeneración urbana, transporte sostenible, competitividad industrial y de las pymes, innovación, turismo sostenible, economía de los cuidados, gestión de aguas y residuos y transición energética.
El diseño de este fondo es flexible y el instrumento se desplegará en función de la demanda efectiva del mercado y de las comunidades autónomas, por lo que no se han establecido porcentajes de reparto o topes por comunidades. Los recursos se asignarán a través de distintos instrumentos financieros en función de las oportunidades de inversión.
Entre los instrumentos financieros se cuenta con un instrumento directo de cofinanciación, que permitirá otorgar préstamos a proyectos de gran tamaño, como energías renovables, transporte limpio o infraestructuras sostenibles, entre otros, cuya financiación puede llegar en algunos casos hasta los 20 o 30 años de plazo máximo y que se complementará con financiación del BEI haciendo uso de sus recursos propios. Se desplegará asimismo un conjunto de instrumentos intermediados, cuya financiación se otorgará a través de intermediarios seleccionados por el Grupo BEI (entidades financieras y gestores de infraestructuras o capital riesgo, por ejemplo), para apoyar proyectos de menor tamaño.