El ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, ha precisado que se retirarán las concertinas de las vallas de Melilla y Ceuta únicamente de "las zonas más vulnerables", es decir, las que han sido objeto de mayores intentos de salto. Será únicamente en esta zona en la que se colocarán "nuevos medios, siempre más seguros" , que garanticen la seguridad de las fronteras pero "sin medios cruentos".
Así lo ha manifestado el ministro durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que ha aprobado un plan de infraestructuras de seguridad del Estado en el que se incluye el refuerzo y la modernización de las fronteras en las ciudades autónomas. Fuentes del Interior han concretado que este plan se llevará a cabo antes de la supresión de las concertinas.
Grande-Marlaska ya avanzó su intención de quitar estos elementos de las vallas fronterizas. Las concertinas son unos alambres equipados con cuchillas cortantes que se instalaron coronando las vallas fronterizas en el año 2005 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Según ha concretado, se suprimirán aquellas zonas que, debido a la orografía u otras circunstancias, han sido detectadas como más "vulnerables" de saltos de migrantes desde Marruecos. El ministro ha subrayado que al llegar al Ministerio se encontró un informe "en un cajón", firmado en junio de 2017, que señalaba que con las concertinas "no había disuasión".
Por su parte, el Gobierno ha explicado que estas infraestructuras fueron construidas en 1988 y la última gran reforma se remonta a un plan de 2005, del que sólo se ha realizado obras y reformas puntuales. El ministro ha insistido en que "no están siendo hoy en día un obstáculo de relevancia para impedir las entradas irregulares y, sin embargo, suponen un alto riesgo para la integridad física de las personas".
El ministro ha explicado que el plan incrementa la prevención contra la inmigración irregular, mejora la eficiencia y seguridad de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y asegura el respeto a los derechos humanos. Se hará mediante la tecnología inteligencia y sin elementos "lesivos para las personas", ha recalcado Grande-Marlaska.
En la rueda de prensa, ha apuntado que su departamento lleva "siete meses" trabajando en un proyecto de mejora de la seguridad en las fronteras, teniendo en cuenta que el informe del año 2017 "ponía de relieve que hay puntos vulnerables y elementos técnicos obsoletos" para la Guardia Civil que no cumplen la función de control y prevención de los flujos migratorios.