El Gobierno está trabajando junto a los sindicatos en la elaboración de un nuevo protocolo contra el acoso sexual para funcionarios. Una medida que también afectaría a cualquier empresa privada que trabaje con el Estado.
De esta forma, pretenden erradicar los comentarios sexistas, flirteos ofensivos e insinuaciones. Una noticia que las personas que han sido víctimas de este tipo de situaciones en el trabajo reciben con gran alegría. Laura recuerda cómo hace años le hacían comentarios de mal gusto sobre la ropa que llevaba. "Qué cortita vas" o "cómo enseñas hoy" son algunas de las frases que le decían.
Para evitar que siga sucediendo, este nuevo protocolo establece un amplio listado de conductas que serán sancionadas. Desde conductas verbales, como insinuaciones o contactos no deseados por redes sociales; hasta no verbales, como exhibición de fotos sexuales o mensajes con contenido sexual; y físicos, como el contacto o besos no deseados.
"En todos estos casos, habrá obligación de denunciar y la Administración deberá resolverlo en menos de 30 días", explica Eva Fernández, secretaria de Igualdad de CSIF.
Por su parte, la ministra de Hacienda María Jesús Montero ha dejado claro que se prevén sanciones que pueden pasar incluso "por la separación definitiva del servicio".
Además, según el borrador, también se establece la figura del asesor confidencial, un compañero o compañera formada que acompañará a la víctima en todo momento. Una ayuda que irá acompañada de medidas para la recuperación de las víctimas, el restablecimiento de la dignidad y de su reputación.