El expresidente del Gobierno Felipe González ha ironizado sobre el pacto que el PSOE tendrá que llegar con los independentistas catalanes, asegurando que el "supremacismo" de ERC o Junts es "indiscutible" y que "han ganado las elecciones generales", mientras que ha lamentado que la opinión de quienes no están de acuerdo "no vale nada".
Tras acudir a la presentación en el Ateneo de Madrid del libro 'Nos quieren muertos', que relata parte de la vida del opositor venezolano Leopoldo López, el expresidente ha afirmado en declaraciones a los medios que, como en Venezuela, en Cataluña también hay que superar los rencores y "aceptar el supremacismo" de los que "han ganado" los comicios del pasado 23 de julio.
"Por supuesto, hay que aceptar el supremacismo de los que han ganado, que es indiscutible, han ganado las generales, ese supremacismo hay que respetarlo", ha dicho González, delineando que "los demás" --en referencia velada a quienes ven con mal ojo un pacto de PSOE con independentistas-- "no valemos nada".
González también ha detallado que "en los próximos días" se pronunciará sobre la exigencia de un referéndum de autodeterminación que ERC y Junts ha hecho al partido que dirige Pedro Sánchez.
Durante la presentación del libro, el expresidente socialista también ha intervenido y ha criticado el "edadismo" instalado en la sociedad actual. "Ahora cuando se tiene mi edad, no te permiten hablar", ha censurado.
González ha augurado que el "régimen" del presidente venezolano, Nicolás Maduro, caerá antes o después. "Es un Estado fallido, lo mantiene la criminalidad", ha afirmado, asegurando que el dirigente venezolano "no resistiría" a unas elecciones "medio libres" si se enfrentara a algunos de los políticos de la oposición inhabilitados.
En este sentido, el expresidente socialista ha criticado a quienes distinguen entre dictaduras de derechas y dictaduras de izquierdas. En su opinión, "los villanos son villanos". "El día que estemos todos de acuerdo en eso, será más fácil coordinarse y avanzar", ha agregado, lamentando que haya quien se preocupe por los expresidentes de Brasil y Estados Unidos Jair Bolsonaro y Donald Trump, pero no de "régimenes" como el "chavista" de Maduro.