Nada más pisar Vistalegre, Pablo Iglesias se encontraba con el clamor de cientos de personas que le jaleaban una clara consigna: "Unidad, unidad". Un mensaje que el propio Iglesias no ha tardado en hacer suyo y gritarlo durante su discurso.
Incluso Iñigo Errejón, detrás de él, mostraba evidentes asentimientos al discurso de Iglesias pero el secretario general de Podemos llegaba al congreso con directrices rotundas: "No nos podemos parecer a ellos, ni en los andares. La transversalidad no tiene que ver con parecerse a Ciudadanos o con parecerse al PSOE".
Iglesias y Errejón ni siquiera han coincidido en el turno de aplausos: Por un lado Pablo y su equipo y por el otro, Errejón. La frialdad entre ambos también se ha apreciado en el saludo antes de inaugurar la Asamblea: una rápida palmada en el brazo y al escenario.
Llegaba entonces el turno de Errejón que ha defendido su proyecto basando su autoridad en el voto de la gente: "No hemos venido a nuestro país a cantar las cuarenta a los poderosos, hemos venido a enseñarles el camino de salida, hemos venido a recuperar las instituciones y a firmar la soberanía popular".
Los mensajes y gestos de unidad han dejado atrás a los reproches de hace menos de 24 horas. Son los ecos de un congreso que de forma velada, muestra las diferencias entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.