Una treintena de ganaderos ha irrumpido en el Ayuntamiento de Lorca, Murcia, de forma violenta, rompiendo el cordón policial, incluso tirando agentes al suelo. Esta protesta ha obligado a suspender el pleno ordinario en el que se iba a debatir sobre la presencia de macrogranjas en el municipio.
A grito de "chorizos" y "sinvergüenzas" han recorrido el consistorio en busca del despacho del alcalde, Diego Mateos, que se se encontraba reunido con los representantes del sector, que han tenido que salir para apaciguar la situación.
Su intención, al entrar en el consistorio, era precisamente "paralizar" una moción presentada por el equipo de Gobierno local en la que se iba a incluir, en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una modificación que "supondría detener la implantación de nuevos cebaderos o la ampliación de los que ya hay existentes".
Concretamente, ello supondría que las futuras granjas de cerdos, en el término municipal de Lorca, no podría estar a una distancia de 1.500 metros de los núcleos urbanos, ni a menos de 500 metros de manantiales o fuentes naturales catalogadas y a menos de 100 metros de ramblas o cauces recogidas. Mientras que la ampliación de las ya existentes no podría estar a menos de 1.000 metros de los núcleos de población.
Para el alcalde de Lorca, Diego Mateos, "este día Lorca ha sufrido un atentado a la democracia, hoy se ha intentado impedir y coaccionar el libre voto de la corporación municipal".
Del mismo modo que ha expresado su "repulsa y condena a aquellas personas que han intentado, por la fuerza, imponer sus ideas". Mateos se ha visto obligado a aplazar el pleno ya que Policía Local y Nacional "no podían asegurar la integridad de los asistentes, no sólo de los concejales sino de los empleados municipales".
Para Adespo, estas medidas afectarían a cerca de unas 800 o 1.000 explotaciones porcinas ubicadas en el término municipal de Lorca, por lo que el presidente de la organización, Paco Román, ha pedido que "se paralice la moción, la estudiemos, debatamos y contemos con otras administraciones implicadas".
A este aspecto no se ha negado Mateos, que ha dicho que esta abierto a cualquier diálogo "siempre que no vengan con las pistolas encima de la mesa" en el sentido de "diálogo si pero sin coacciones, ni amenazas, ni intimidaciones".
El presidente de la región de Murcia, Fernando López Miras, ya ha condenado los hechos, pero en cambio los populares del municipio dicen apoyar y secundar las movilizaciones.