Pese a que el Gobierno asegura que los menores marroquíes que cruzaron a Ceuta el pasado mayo y que ahora están siendo devueltos a su país lo hacen porque quieren, muchos de ellos se han fugado y quieren seguir en las calles de la ciudad autónoma.
Se sienten más seguros, dicen, con las necesidades cubiertas y no quieren volver a ver a sus padres ni retornar a Marruecos. Así lo explican a laSexta varios menores marroquíes que huyeron el pasado fin de semana del polideportivo de Ceuta que fue habilitado a finales de mayo para acogerlos. La razón: el miedo a ser devueltos.
Tratan de escapar de entrar en la furgoneta donde las autoridades los trasladan, de cinco en cinco, 15 menores al día. Algunos se muestran resignados, otros saludan, otros se despiden del sueño que iniciaron hace cuatro meses, cuando cruzaron a la playa de El Tarajal.
De acuerdo con Save the Children, que asegura haber entrevistado a unos 300 menores, a la mayor parte de ellos les espera una pesadilla a su vuelta a Marruecos. "Hay situaciones de violencia, de maltrato familiar. Hay casos con indicios de ser víctimas de trata", explica la directora de Incidencia Social de la ONG, Catalina Perazzo.
Save the Children y la Fundación Raíces han pedido ayuda al Comité de Derechos del Niño para que se paralicen estas "expulsiones". También lo han reclamado a la justicia española que, de momento, ha estimado las cautelares y paralizado la devolución prevista para nueve de doce menores.
"Vamos a agotar todos los recursos legales para detener este pisoteo grosero de los derechos de la infancia más vulnerable en nuestro país", ha asegurado la presidenta de la Fundación Raíces, Lourdes Reizabal.