Emiliano García-Page nunca ha escondido las diferencias que le separan de Pedro Sánchez, aunque parezca la distancia haya crecido aún más entre ellos a raíz de los pactos y acuerdos del PSOE, que dirige este último, con las formaciones independentistas.
En 2015, Emiliano García-Page se alzaba por primera vez con la presidencia de Castilla-La Mancha, y apenas un año después ya protagonizaba su primer enfrentamiento contra Pedro Sánchez.
Fue en aquel imborrable Comité Federal del PSOE en 2016. Page formaba parte del grupo de ese grupo de poco más de una quincena de socialistas que dimitió de la Ejecutiva Federal para forzar la salida de Sánchez como secretario general.
"Como todo el mundo sabe, tengo discrepancia abierta con Sánchez", confesó entonces, en una rueda de prensa, el castellano-manchego.
Pero Sánchez finalmente se hizo con las riendas del partido, y a partir de ahí las críticas de Page se volvieron habituales. Así se refería Page a Sánchez, cuando este se volvía a presentar como candidato para liderar a los socialistas en 2017: "No inventemos España, no para ganar cuatro votos en el PSC o en otros partidos nos inventemos lo que es el país o lo que es el PSOE".
Sonadas son las críticas contra el diálogo entre Sánchez y los partidos independentistas. "Para poder hablar de tú a tú con quien quiere irse de España, de entrada, no hay que depender de su voto", sostenía crítico Page. También ha mostrado una oposición total a los indultos del 'procés', los cuales considera como "uno de los graves errores de la democracia".
Nunca le ha temblado el pulso a la hora de cargar contra su propio partido e incluso ha presumido de ello, utilizando argumentos similares a los del PP para criticar la ley amnistía. "Si hay que ejercer recurso, lo haré. Si hay que plantear batalla, lo haremos", zanjaba sobre el pacto PSOE-Junts para desbloquear la investidura el pasado mes de noviembre.
Es un sin duda una de las voces más criticas del PSOE, amparado siempre en su liderazgo indiscutible y su mayoría absoluta en Castilla Mancha. Un político que entre risas, dice que en el partido están "a punto" de extraditarle e ironiza sobre sus diferencias con Ferraz, incluso frente a los barones 'populares'.