El nombramiento de Isabel Perelló como presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo es algo histórico. Es la primera vez que en la foto del acto de apertura del año judicial cambia algo, con una mujer por primera vez al frente del órgano de gobierno de los jueces y del alto tribunal.

Una imagen sin embargo, aún dominada por los hombres, que refleja la infrarrepresentación de las mujeres en los puestos más altos de toma de decisiones, a pesar ser mayoría dentro de la carrera judicial. "La presidencia de los Tribunales Superiores de Justicia fundamentalmente son hombres", ilustra Rosa María Gil, presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis. "Esto tiene que cambiar", asevera.

Lo cierto es que a partir de ahora es una mujer quien preside el órgano más importante de la judicatura, un nombramiento que marca un punto de inflexión en el Poder Judicial, más de medio siglo después de que tomara posesión la primera mujer juez en España, en 1972. De hecho, recuerda Gil, no fue hasta 2020 cuando María Luisa Segoviano se convirtió en la primera mujer en presidir una Sala del Supremo.

Y eso a pesar de que las mujeres son mayoría en la carrera judicial, de la que representan el 57,2%. "En todas las oposiciones a la judicatura hay una gran presencia femenina", confirma la presidenta de Themis. Un ejemplo es María Iglesias Bueno, una joven jueza titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Verín, Ourense. "Éramos el 74% de la promoción, en mi clase de la escuela había cuatro chicos; éramos 20 y solo cuatro chicos", recuerda.

Para juezas jóvenes como ella, el nombramiento de Perelló "es un mensaje, desde luego, que se lanza a la sociedad de que es el momento de las juezas, ahora nos toca a nosotras". "Igual es un poco lento, nos gustaría que fuera más rápido, pero lo que es es imparable", sostiene.

A pesar de ser más, hay cada vez menos mujeres a medida que se avanza hasta puestos superiores: así, en la Audiencia Nacional representan solo el 41,3% y en el Tribunal Supremo, solo el 21,1%. De ahí que reclamen su sitio: "Si representamos el 57% de la carrera, lo normal es que esa mayoría se refleje en los puestos en los que se toman decisiones", asevera Bueno. Por eso, confían en que el nombramiento de Perelló marque el principio del cambio.