El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado que "no habrá una lista pública" de personas que rechacen vacunarse contra el coronavirus, pero ha defendido la necesidad de saber, "por garantías", que se les ha ofrecido recibir el fármaco y han declinado.
Comunidades como Madrid han lamentado la cantidad de dosis que van a recibir, pero el ministro ha sido tajante: "Quien quiera convertir una esperanza en una disputa política volverá a cometer un error". "Habrá sin duda quien quiera convertir esto en un terreno de disputa política, pero nosotros no lo haremos. Yo creo que se equivocan mucho y me parece que es un mal camino, pero cada uno decide lo que quiere hacer en la vida", ha reflexionado.
¿Habrá una cartilla de vacunación?
El ministro ha dejado esta posibilidad en el aire: "Esto no está decidido, ya lo veremos", ha respondido. Lo que sí contempla la estrategia de vacunación contra el coronavirus aprobada el pasado 2 de diciembre y actualizada el día 18, es la creación de un registro específico de vacunación, que recogerá, entre otros aspectos, la identificación de la persona vacunada, pero también de los que declinen hacerlo.
Según el documento, es importante registrar los casos que rechacen inmunizarse para conocer "las posibles razones de reticencia" en diferentes grupos de población. Y ello se va a hacer, ha precisado Illa, "con todas las garantías de privacidad (...) Pero hemos de poder comprobar, a medida que vaya evolucionando el proceso de vacunación, que no hay nadie que, siendo ciudadano español o residente en nuestro país, no le ha sido ofrecida la posibilidad de una vacuna", ha añadido.
"Todo ciudadano español tendrá acceso a una vacuna segura y eficaz si se la quiere poner. Nosotros tenemos que saber que al 'ciudadano X' se le ha ofrecido la posibilidad de vacunarse y él ha decidido no hacerlo", ha argumentado. En este sentido, ha dejado claro que "no va a haber ninguna lista pública, ni mucho menos, es una práctica habitual y se hace con todas las garantías de la ley de protección de datos".
La mejor estrategia para asegurar el éxito de la campaña de vacunación de covid-19 "no es tanto la sanción o la amenaza, sino el convencimiento y la persuasión, explicando que las vacunas salvan vidas, que lo han hecho históricamente y lo volverán a hacer" y resolviendo "todas las dudas legítimas que pueda tener la ciudadanía".
Pero vacunarse "es un acto de solidaridad, no es solo un acto de egoísmo de 'yo me vacuno para que no me contagie', sino que es también para evitar contagiar a otros". "La vía no es la de obligar, amenazar, penalizar, sino la de explicar, persuadir, convencer, ser transparente, tener un programa de farmacovigilancia muy estricto, un plan especial que se está haciendo... esa es la vía por la que apostamos en España", ha concluido.