El Ejecutivo quiere sacar adelante el impuesto permanente a bancos y energéticas. El actual ministro de Economía, Carlos Cuerpo, consideraba hace unos días que era necesario modificar en busca de un "equilibrio". El nuevo gobernador del Banco de España y exministro del mismo Sánchez, José Luis Escrivá, también opina en esa línea. Sin embargo, el Gobierno duda que le vayan a dar los números.
"Si el Gobierno de España no cuenta con esa mayoría suficiente, pues no podrá cumplir con esa vocación", aseguraba este jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Y es que mientras desde Sumar ven como una obligación mantener los impuestos a banca y energéticas para negociar los Presupuestos, otros socios del Gobierno presionan hacia el lado contrario.
"Creemos que no es una medida muy positiva", apunta Aitor Esteban, portavoz del PNV del Congreso. Incluso advierte que gracias al régimen fiscal del País Vasco, reducirían ese impuesto si sale adelante: "En la medida en que las empresas reinviertan en proyectos de futuro... bueno, pues habrá que graduar ese impuesto".
Una decisión que haría a su autonomía más atractiva que las demás. Porque las empresas en otras regiones pagarían más impuestos que en Euskadi. Algo que no gusta, por ejemplo, al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno: "Estamos contundente y frontalmente en contra. Actuaremos con los instrumentos legales de los que estamos dotados".
El aviso de recurrir esta tasa también lo ha dejado caer hoy la consejera delegada de Bankinter, Gloria Ortiz: "Si el impuesto consideramos que no se atiene a la legalidad, pues lo recurriremos como hemos hecho con el anterior".
Energéticas como Iberdrola también advierten del riesgo para la competitividad y las inversiones. "Nos pueden poner más impuestos y eso lo que va a significar es que vamos a ser menos competitivos. Nos cambian de inversión a gasto. Esa inversión no se hace", señala Mario Ruiz-Tagle.
Advertencias que la patronal ha convertido en amenazas, como ha apuntado el presidente de CEOE, Antonio Garamendi: "Los cambios regulatorios hacen que las empresas tomen otras decisiones. Se está avisando. Es que estos impuestos sobran".
Pero la realidad es que España ya le ha dicho a Europa que prevé ganar 4.500 millones de euros en impuestos en 2025. Si lo comparamos con lo que percibieron de la banca y las energéticas solo el año pasado, cubrirían más del 60% de esa recaudación. Pero claro, si el impuesto no sale adelante, la pregunta es, cómo piensan cumplir esa meta.