Los incendios forestales han quemado 69.859,38 hectáreas de superficie desde el 1 de enero hasta el 26 de junio, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica que reflejan un marcado repunte, ya que en este periodo han ardido 39.541,38 hectáreas más (un 56,60%) que la media de los diez últimos años. La cifra supone un 133,87% más que en el mismo periodo de 2021, o lo que es lo mismo, han sido calcinadas por las llamas 2,33 veces más hectáreas.
De este modo, 2022 es, hasta el momento, el peor año del decenio en cuanto a incendios forestales. Buena parte de esta superficie (un 35%) quemada se debe al fuego que se llevó por delante 24.737 hectáreas en la Sierra de la Culebra (Zamora), durante este mes de junio y que se ha convertido en uno de los incendios más extensos de la historia en España. Del total arrasado en ese fuego, 15.002 hectáreas eran masa arbolada, según las cifras oficiales declaradas por la Junta de Castilla y León.
En tan solo tres semanas se han quemado 53.091,87 hectáreas, ya hasta el 5 de junio habían ardido 16.767,51 hectáreas en el conjunto del país. En ese mismo periodo también se multiplicó la cifra de grandes incendios forestales (GIF) ya que en lo transcurrido de 2022 hasta el 5 de junio se habían contabilizado 2 fuegos de más de 500 hectáreas quemadas, mientras que en este último balance, del 26 de junio, la cifra se eleva hasta los once GIF, más del doble que la media del decenio, que se sitúa en 5 siniestros de esta categoría y cerca también del doble de los 6 GIF del año pasado hasta el 26 de junio.
En total se han contabilizado 5.143 fuegos de los que 3.466 (el 67,4%) se extinguieron antes de afectar a 1 hectárea de superficie. Otros 1.666 (32,60%) fueron incendios de entre 1 y 499 hectáreas, y 11 siniestros más superaron esa barrera y pasaron a engrosar la categoría de grandes incendios forestales.
Respecto al tipo de vegetación afectada, casi la mitad, 34.102 hectáreas eran superficie matorral y monte abierto; 32.157,65 hectáreas de superficie forestal y 3.599,16 hectáreas de pastos y dehesas. En cuanto a la distribución geográfica, cerca de la mitad (48,10%) de los siniestros ocurrieron en el noroeste (que incluye Zamora), donde además se quemó el 52,09% de la superficie arbolada y el 56,25% del total de la superficie forestal arrasada en el conjunto del país.
Por su parte, en las comunidades interiores tuvo lugar el 35,60% de los incendios donde ardió el 32,36% de toda la superficie arbolada y el 30,18% de la superficie forestal total quemada. Mientras, en el Mediterráneo, con el 16,02% de los fuegos, perdió entre las llamas el 15,55% de la superficie arbolada y el 13,57% del total de la forestal. Canarias, por su parte, lleva un buen resultado, con apenas el 0,27% de los siniestros en los que aún no se contabiliza porcentaje de superficie forestal ni arbolada.