El 9 de noviembre marcó el primer día de una bajada de un mes en el dato de incidencia acumulada. Ese día, en el que coincidió el máximo registrado en toda la pandemia (529,43 casos por cada 100.000 habitantes), fue el último en el que se registró un incremento hasta el 11 de diciembre.
Un mes de caída que acabó con una subida que se esperaba puntual a 189,56 casos por cada 100.000 habitantes. Lo cierto es que, confirmándose los peores presagios de los expertos, esa curva ha seguido en ascenso, si bien no tan notable como en el mes de octubre.
Este miércoles, se volvió a superar la cifra de los 200 casos. Este viernes, ya son más de 210. Quedan siete días para Navidad y las medidas vuelven a endurecerse para intentar frenar la expansión de la pandemia. Para Fernando Simón, la llegada de la tercera ola "es una opción", pero lo que "no es una opción" es "relajar las medidas".
Su advertencia llegaba poniendo de ejemplo a Alemania, donde se ha impuesto un confinamiento duro dadas sus últimas cifras. "Es posible que en unas semanas estemos como ellos", alertaba.
Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué razones hay para explicar este aumento de las cifras? Lo primero que cabe resaltar no es tanto las medidas restrictivas como su dureza a la hora de aplicarlas. Desde la entrada del nuevo estado de alarma el pasado 25 de octubre, las comunidades autónomas tuvieron que adoptar un toque de queda e imponer cierres perimetrales que levantarían cuando considerasen que la pandemia estaba dentro de los límites adecuados.
Madrid, de un extremo a otro
Tomando como ejemplo a Madrid, ha pasado de ser la región con menos casos por 100.000 habitantes a ser el territorio de la Península con una mayor tasa de IA (262,13), únicamente con Baleares superando estas cifras (322,41). Allí, la hostelería apenas ha tenido restricciones y lograron que se decretase el cierre perimetral por días, coincidiendo con los puentes que se han dado en las últimas fechas.
Ahora, la realidad es dura. La pandemia nos deja claro con el paso de los días que es el contacto directo y las grandes aglomeraciones lo que acaban provocando repuntes de casos. El 28 de noviembre, muchos se llevaron las manos a la cabeza viendo las imágenes del centro de Madrid colapsado. Los contagios que se pudieron dar entonces se conocen ahora, si bien los del puente de la Constitución no se conocen en su totalidad todavía.
Salvador Illa hablaba este viernes de una "tendencia clara" al alza, descartando, eso sí, un "confinamiento total". Simón, por su parte, ve que esta situación se va a alargar, al menos, hasta mediados o finales de enero, descartando "cancelar las Navidades".
En definitiva, aquellos territorios en los que se ha dado una mayor movilidad han registrado un mayor incremento de la IA. Actualmente, Baleares, Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, País Vasco y Melilla son las comunidades autónomas que están el alerta roja por superar los 250 casos por cada 100.000 habitantes.
La vacuna, "el principio del fin"
El 27 de diciembre es la fecha elegida por Sanidad para comenzar la campaña de vacunación contra la COVID-19. Salvador Illa ha explicado que se irán recibiendo cada semana dosis de esta vacuna, que será gratuita.
Los primeros en recibir las dosis serán "los colectivos que están en residencias de mayores y el personal médico de primera línea". Después, llegarán otros 17 grupos de riesgo en un plan que se extenderá hasta junio. Por lo tanto, pese a ser "el principio del fin" como ha reconocido el ministro de Sanidad, todavía queda mucho que remar.
Toca volver al inicio, intentar 'celebrar' las Navidades más tristes que se recuerdan con el menor contacto posible. Por ahí parecen estar apostando las comunidades autónomas, por el camino que intente evitar una tercera ola que parece inevitable.