El independentismo se ha concentrado ante la sede de la Comisión Europea en Barcelona tras conocerse el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre el exvicepresidente Oriol Junqueras y la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) al president Quim Torra.
Al acto, organizado por la ANC (Assemblea Nacional Catalana) y Òmnium Cultural, han asistido centenares de personas, entre ellas numerosos representantes institucionales del independentismo, comenzando por el propio Torra y el vicepresidente y conseller de Economía, Pere Aragonès.
Los convocantes han situado un escenario frente al edificio de la sede de la Comisión Europea en la capital catalana en el que la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, la escritora Sílvia Soler, la académica Tània Verge y el catedrático Carles Boix, han leído un texto unitario.
El mismo se pregunta: "¿Hasta cuándo el Estado piensa hacer caso omiso de todas estas advertencias que llegan desde la comunidad internacional y la judicatura europea? ¿Hasta cuándo seguirán pisando y vulnerando nuestros derechos y libertades?". "El Estado controla la judicatura y la ley como una arma política. Y después, cuando las causas traspasan las fronteras españolas, se desmontan una a una. Y Europa vuelve a dejar en evidencia al Estado español", ha afirmado Mauri desde el escenario.
El texto también defiende que la inhabilitación de Torra es injusta, pues sostiene que "la Generalitat cumplió con su deber" al no descolgar las pancartas en favor de los presos independentistas antes de las elecciones de abril, y ha llamado a la sociedad civil a "no tolerar" esta situación. "¡Quienes condenan derechos y personas por haber dado la voz a la ciudadanía no pueden decidir quien puede o no ser presidente de la Generalitat!", ha aseverado micrófono en mano Paluzie.
Los asistentes a la concentración han lanzado proclamas como "libertad", "independencia" o "no es justicia, es venganza". Al llegar Torra han abundado los cánticos de "president", que se han mezclado con otros que reclamaban la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch, o afirmaban: "Vergüenza me daría ser policía".