El rechazo a la reforma de la Ley de Extranjería ha sido uno de los varapalos del Gobierno en las últimas 24 horas y tiene consecuencias inmediatas. Más de 6.000 menores migrantes no acompañados se quedan en Canarias con los recursos al límite en los centros. Este miércoles, ningún partido asume responsabilidades en el fracaso de las negociaciones, aunque se respira un aire de indignación tras el no del Partido Popular y Junts.
Sin embargo, Fernando Clavijo Batlle, presidente del gobierno de Canarias, ha señalado un claro culpable: el Gobierno de España. Eso sí, sin críticas a sus socios del PP, sólo a la gestión del gobierno y a los tiempos para el acuerdo.
Para el Ejecutivo los culpables están cruzados. Ángel Víctor Torres Señala al Partido Popular: "Yo trasladé el 19 de junio al Partido Popular que estaba dispuesto a sentarme para explicarles el texto y nunca tuve respuesta".
Además, ha destacado que Clavijo se "comprometió a conseguir su voto". Desde Coalición Canaria apelan al odio entre partidos y un escenario de "enfrentamiento y odio" entre los dos grandes partidos de España, que se traduce en una pelea política dejando de lado la situación de los menores.
La solución para Canarias sigue sin llegar, lo que complica más la situación cuando está previsto que el problema se intensifique en agosto.