Castilla y León está inmersa en una precampaña en la que el PP cierra filas con su candidato, Alfonso Fernández Mañueco, "frente a las mentiras, la arrogancia y la ineficancia de Pedro Sánchez", en palabras del vicesecretario de comunicación de la formación, Pablo Montesinos.
Desde una instalación ganadera, Montesinos pide que se repruebe al ministro Alberto Garzón "en todos los rincones de España", exigiendo su cese "fulminante" y tachándole de "auténtico lastre".
Por su parte, desde Teruel, el secetario general del PP, Teodoro García Egea, también ha cargado contra Garzón, asegurado que cada día que pasa sin que se le cese es un día más de falta de credibilidad para Sánchez y Lambán.
Fernández Mañueco, por su parte, defiende que Castilla y León sea "el faro que ilumina España para cambiar la política como con Aznar", aclarando que Pablo Casado ha tenido "cero" influencia en la convocatoria de estas elecciones.
Inés Arrimadas (Ciudadanos), sin embargo, no lo ve así. Para ella, "un señor ha convocado elecciones" porque "su jefe le ha llamado desde Madrid" para decírselo y, así, defiende, "tapar la victoria de Ayuso".
"Ellos han estado 35 años utilizando esta tierra como si fuera su cortijo", critica la líder de la formación naranja, que reivindica la importancia de su formación. Además, Arrimadas advierte a Mañueco de que si solo habla de "Sanchismo", la campaña se le va a hacer "muy larga".
"Ni Madrid es Castilla y León, ni él es Ayuso", ha insistido, pidiendo que las urnas "castiguen la mentira". "Castilla y León es el corazón de España y siempre PP y PSOE han cedido por cuatro, cinco o seis votos a nacionalistas para mantenerse en el poder, lo que ha supuesto un deprecio del bipartidismo a tierras maravillosas como esta", zanja.