La fatiga crónica que sufre Virginia Granja, quien padece covid persistente, le impide dormir tumbada. "Tengo que dormir sentada, por lo que el cuerpo no descansa. El cuello lo tengo destrozado", afirma a laSexta.
Este es solo uno de los múltiples síntomas que sufre tras contagiarse de coronavirus en noviembre de 2020, hace más de un año. Ahora, aún con síntomas, se termina su baja y el tribunal médico de la Seguridad Social le obliga a reincorporarse al trabajo: "Me reincorporo el 24 de enero y el 25 tengo un médico, el día 1 tengo otro, el día 7 tengo otro. Voy a tener que estar todo el día en el médico", lamenta Virginia.
La mujer teme que su empresa la despida porque su situación le impedirá cumplir sus objetivos como teleoperadora. "Estoy sentada, pero no puedo apoyar la espalda mucho tiempo porque me ahogo", afirma al respecto.
Carolina Berardi tampoco superó el tribunal médico. "En cinco minutos, una persona que no te conoce de nada decide que estás apta para ir a trabajar", denuncia la mujer, quien sufre hasta 37 síntomas desde que se contagió de COVID-19 en octubre de 2020, lo que le impidió volver a su trabajo. Ahora está en el paro sin cobrar subsidio por desempleo y a cargo de sus dos hijos.
"Te encuentras con gente que te dice que hagas ejercicio y salgas de casa. ¿Cómo le explicas a la gente que no puedes caminar 20 metros porque a lo mejor al día siguiente no te puedes mover?", expresa Carolina.
Esta la situación que viven a diario los pacientes de covid persistente obligados a volver al trabajo, a pesar de que la OMS considera su situación prolongada como una enfermedad. "Si la ley indica que para darte un alta tienes que estar curado, nosotros no estamos curados, ni hemos pasado un tratamiento para que nos curemos, porque ese tratamiento tratamiento no existe", manifiesta Fernando Losúa, afectado por covid persistente.
Por eso, exigen a las administraciones que regulen su situación, que el tribunal médico sea más justo en cada caso. En este sentido, Virginia afirma: "Nadie quiere estar en esta situación, yo soy la primera que quiere trabajar y hacer una vida normal".
Así, piden que se modifique la ley de la Seguridad Social si es necesario para reconocerles una incapacidad permanente o, al menos, temporal, y poder así recuperarse mientras la ciencia encuentra una respuesta a lo que ellos llaman su "infierno diario".