Las personas que han pasado el coronavirus gozan de una inmunidad larga. Al menos, así lo indica un estudio realizado por un equipo de Lombardía, en el norte de Italia, que ha estudiado el nivel de reinfección de la enfermedad en una de las primeras zonas de Europa que lidió con el COVID-19.
Ante esto, el experto y divulgador de Newtral, Mario Viciosa, define como "muy interesante" el hallazgo hecho por los investigadores italianos, y recalca el optimismo detrás de los datos: "Un año y pico después de llegar el virus, han demostrado que las reinfecciones documentadas apenas llegan al 0,3%.", explica.
La clave, según Viciosa, reside precisamente en la ubicación del lugar del estudio: "Estudiar el norte de Italia es interesante porque lo que circuló allí en febrero de 2020 sí era prácticamente igual que el virus de Wuhan. Y ese es el molde con el que se han fabricado las vacunas actuales", añade. Es decir, existen pruebas de que estos primeros infectados apenas han vuelto a tener problemas.
Ahora bien, el experto también subraya que el factor de las variantes es importante. Lo que hoy circula en el viejo continente (cepas india y británica) acumula suficientes cambios como para ser considerados prácticamente cepas nuevas, advierte Viciosa. Pero, a su vez, recuerda: "En general, la segunda infección no es peor que la primera, tenemos más variantes y con mutaciones comprometedoras, pero aun así las vemos aflorar solo en países con contagios masivos".
De este modo, las conclusiones son claras: "La inmunidad que se tiene es bastante buena, y cada vez hay más indicios de que es duradera. El secreto parece estar en nuestra médula ósea... Buenas noticias para el arranque de esta semana", ha concluido.