Camiones militares, autobuses, diferentes equipamientos y tiendas. Es lo que se ve en una imagen de satélite junto al paso fronterizo del Barrio Chino que conecta Nador (Marruecos) con Melilla. Se ve así el día 23 de junio de 2022, solo unas horas antes de que se produjera en ese lugar un salto masivo de personas migrantes que dejaría casi 30 muertos y más de 70 desaparecidos. El día 16, de ese mismo mes, en ese mismo emplazamiento el satélite muestra una zona vacía.
Una contrainvestigación llevada a cabo por las organizaciones internacionales Border Forensics, el Centro por la Defensa de los Derechos Humanos Iridia y la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) toma este hecho como clave para pensar que el Gobierno de Marruecos preparó y orquestó este lamentable episodio en la frontera que acabó en masacre y que dejó unas imágenes desoladoras en todas nuestras retinas. La investigación, que también se traduce en un documental, acaba de publicarse bajo el título de La trampa de la frontera entre Nador y Melilla.
A través de métodos vanguardistas de análisis espacial y estadístico, de documentos oficiales, de vídeos captados por diferentes actores y del testimonio de varios de los supervivientes, han tratado de demostrar que el país norteafricano trató de realizar una demostración de fuerza y de control de la frontera ante España de una forma violenta, despiadada y racista. Y, según estos investigadores, con una gran connivencia de las fuerzas de seguridad españolas. Maite Daniela Lo Coco y Sani Ladan son los representantes de la investigación en España y ambos viajaron al lugar de los hechos para reconstruir lo ocurrido.
Lo Coco afirma que esta imagen del satélite es la principal prueba de que "el salto se preparó", pero también hay que remontarse días atrás para saber cómo el Gobierno marroquí, según sus averiguaciones, fue maquinando este acontecimiento. Sani Ladan explica que "dos o tres días antes asediaron el monte de Seluan, quitándole la comida y el agua a las personas migrantes que estaban allí acampadas esperando un buen momento para saltar. Poco a poco, los fueron desplazando a todos al monte Gurugú". Allí, según cuenta Lo Coco, les volvieron a atacar, e imágenes de satélite a las que también han accedido muestran la gran cantidad de medios que emplearon para atacarlos y el fuego que llegaron a originar. Amma Abbakar, uno de los supervivientes, recuerda que, tras atacarlos, "los agentes marroquíes se reunieron con los líderes del campamento: "Si no os vais de la montaña hoy, lo que sucederá mañana no le va a gustar a nadie", dijeron.
Sani Ladan cuenta que las fuerzas marroquíes dejaron a las 1.600 personas que salieron del campamento del Gurugú avanzar durante más de seis kilómetros hasta el paso fronterizo: "De alguna forma, les iban marcando el camino hasta llegar al Barrio Chino", precisa. Además, para Lo Coco hay varios factores que propiciaron que llegaran allí: "Al parecer, habían infiltrado a algunas personas que decían que el mejor lugar para pasar era este paso fronterizo. También parece ser que los propios gendarmes se lo habían sugerido a las personas migrantes", subraya esta investigadora y activista, perteneciente al Centro Iridia.
Uno de los supervivientes, que prefiere no dar la cara, señala que uno de estos "soplones" les dijo que no llevaran "los ganchos para escalar la valla". Cuando llegaron a la frontera se encontraron con toda la brutalidad policial, tanto de un lado como de otro. Los palos más duros fueron los de los gendarmes marroquíes, pero el material antidisturbios, como el gas lacrimógeno, también llovía desde el lado español. Todo dentro de este paso fronterizo, una ratonera que dejó a este millar de personas sin ningún tipo de escapatoria.
El fruto de las tensiones de todo un año
Tanto Maite Daniela Lo Coco como Sani Ladan consideran que el Gobierno de Marruecos negocia y chantajea al español a través de la frontera. Países europeos como España, matiza Ladan, institucionalizan un sistema de "negrofobia" pagando a países del norte de África para que "no dejen acercarse a la frontera a pedir asilo a cualquier persona de la África negra". Entonces, Marruecos, según Lo Coco, juega con generar problemas a su país vecino "poniendo presión en su valla". La cronología de la tensiones acumuladas se remontan a un año atrás:
- Mayo de 2021: las fuerzas de seguridad marroquíes permiten la entrada a Ceuta a través de un espigón a alrededor de 8.000 personas (1.500 de ellas eran menores de edad): "Coincidía con que el Gobierno de España, recientemente, había permitido el traslado del mayor representante del Frente Polisario a un hospital de La Rioja", explica esta activista.
- Marzo de 2022: Lo Coco también recuerda que los primeros días de marzo de ese mismo año, las fuerzas de seguridad marroquí también permitieron el intento de salto de alrededor de 2.500 migrantes, logrando cruzar 500. "Este salto desembocó en un ejercicio de fuerza desmedido por parte de la Guardia Civil. Una de estas personas migrantes llegó a perder un ojo. Todo tenía que ver con que Marruecos estaba presionando a España para que reconociera el plan marroquí para el Sáhara. A finales de ese mismo mes, Pedro Sánchez le envía una carta a Mohamed VI reconociendo este plan", determina Lo Coco.
- Junio de 2022: según ambos investigadores, lo que trata de hacer Marruecos en el salto masivo del 24 de junio es "demostrarle que tienen la fuerza suficiente como para detener a los migrantes en la frontera". En definitiva, este trágico incidente es un gesto por parte de este Gobierno hacia el español. Un gesto que, según este conglomerado de organizaciones, se saltó todo tipo de derechos humanos.
El Ministerio de Interior: "La Guardia Civil actuó con proporcionalidad"
En relación a esta investigación, desde el Ministerio de Interior subrayan que "la Fiscalía General del Estado cerró su investigación sobre los trágicos sucesos que tuvieron lugar el 24 de junio de 2022 sin que advirtiera de ninguna vulneración o actitud negligente por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Con el mismo resultado se cerró la investigación abierta por el Defensor del Pueblo", exponen.
"En todo caso, reiteramos la postura ya dicha: la Guardia Civil actuó con proporcionalidad y legalidad, y con un respeto absoluto a los derechos humanos", subrayan. LaSexta Noticias ha preguntado sobre las averiguaciones de este informe a la embajada de Marruecos en España y, de momento, no ha recibido respuesta.