La EMA ha aprobado hasta el momento cuatro vacunas contra el coronavirus: Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen. Pero, cuatro meses después desde que España empezara a inocularlas, ¿qué se sabe de ellas?, ¿cuál es la eficiencia de cada una?, ¿en qué grupos se están administrando? Repasamos toda la información sobre la principal arma sanitaria contra la pandemia.
Pfizer/BioNTech
La vacuna desarrollada por Pfizer tiene, según la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), una efectividad del 95% en su capacidad de reducir el número de casos sintomáticos de COVID-19 en las personas que recibieron la vacuna en los estudios previos.
En España, esta inyección se está utilizando principalmente en siete de los grupos estipulados por el Gobierno en el plan de vacunación del Consejo Interterritorial de Salud. De este modo, reciben dos dosis de esta vacuna todas aquellas personas que tengan más de 70 años y formen parte de alguno de estos colectivos:
- Residentes y personal sanitario en estos centros. (Vacunación completada).- Personal sanitario de primera línea. (Vacunación completada).
- Personal de atención primaria, otros grupos sanitarios y sociosanitarios, odontólogos e higienistas dentales.
- Personas consideradas como grandes dependientes y sus cuidadores.
- Personas de 80 o más años.
- Personas entre 70 y 79 años (cerca del 20% han recibido esta inyección).
Tal y como indica el Ministerio de Sanidad, el contrato firmado entre la UE y la compañía farmacéutica estipula que lleguen unas 52 millones de dosis a nuestro país. Aun así, tal y como adelantaba la presidenta de la Comisión Europea este miércoles, Ursula Von Der Leyen, tras los recientes parones, el consorcio farmacéutico de Pfizer y BionTech adelantará la entrega de 50 millones de dosis de su vacuna en el segundo trimestre, aumentando en un 25% el suministro. Como ocurre en el resto de inyecciones de tipo ARN, es necesario utilizarla dos veces.
En estos momentos, las CCAA han aumentado un ascenso notorio de la llegada de vacunas, a un ritmo durante este mes de abril de 1,2 millones de dosis semanales, mientras que el total del mes es de 4,8 millones de vacunas.
Con respecto a los efectos secundarios, Agencia Española del Medicamento (AEMPS) ha identificado como consecuencias principales la pirexia (fiebre), la anafilaxia (un tipo de reacción alérgica), el malestar, las náuseas o los escalofríos, tal y como marcan en su documento de Farmacovigilancia contra el COVID-19. A continuación, los efectos más comunes:
Moderna
Según la EMA, esta vacuna tiene una efectividad del 94,1% en su capacidad para reducir el número de casos sintomáticos de COVID-19 en las personas que recibieron la vacuna. La prueba se realizó en alrededor de 28.000 personas de 18 a 94 años que no presentaban signos de infección previa.
En España, esta inyección se está utilizando en los mismos grupos que se mencionaban anteriormente con Pfizer; es decir, todas aquellas personas de los colectivos prioritarios que tengan más de 70 años, así como los profesionales y sanitarios de primera línea que ya la han recibido.
De acuerdo con el Ministerio de Sanidad, el contrato firmado entre la UE y esta compañía certifica que llegarán a España unas 33 millones de dosis de la inyección. Junto con eso, igual que con Pfizer, esta inyección requiere de dos dosis para generar inmunidad.
Por otra parte, los efectos adversos que nacen de la inyección de Moderna son muy similares a los de Pfizer, también en el ámbito de los porcentajes: mientras que la primera cuenta con un 42% de los inyectados con fiebre, en la segunda la cifra alcanza el 39%.
AstraZeneca
La vacuna desarrollada por AstraZeneca tiene, según los estudios de la EMA, una eficiencia del 59,5% en su capacidad para reducir el número de casos sintomáticos de COVID-19 en las personas que recibieron la vacuna. Esta investigación combinó cuatro ensayos clínicos, efectuados en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica, que mostraron que la vacuna COVID-19 AstraZeneca "era segura y eficaz para prevenir el COVID-19 en personas a partir de los 18 años", afirma la entidad.
No obstante, la EMA también ha sostenido que "todavía no hay suficientes resultados en participantes mayores de 55 años" para proporcionar una cifra que certifique su eficiencia en este grupo, aunque también estipulan que, a la par, "existe información confiable sobre seguridad de la vacuna" en esta población.
En España, después de que la compañía tuviera diversos problemas con la UE a la hora de proporcionar sus vacunas, el contrato firmado indica que llegarán cerca de 31 millones de dosis de AstraZeneca a nuestro país. También requiere de dos dosis en su utilización, aunque se trata de una vacuna de tipo diferente (mientras las dos anteriores son de tipo ARNm, esta es de vector adenovirus).
Hasta hace escasos días, esta vacuna se ha estado utilizando en:
- Personal sanitario y sociosanitario no vacunado antes, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, personal de oficinas de farmacia, etc.- El resto de los profesionales que trabajan en ámbitos sanitarios, así como el resto de profesiones sanitarias: veterinarios, nutricionistas, etc.
- Fuerzas y cuerpos de seguridad, emergencias y fuerzas armadas.
- Docentes y personal de educación infantil y necesidades educativas especiales.
- Docentes y personal de educación primaria y secundaria.
Tras las recientes actualizaciones de Sanidad, ahora solo se administra a las personas de entre 60 y 69 años, mientras que todavía no se ha tomado una decisión con respecto a las personas de estos grupos menores de 60 que ya han recibido la vacuna.
En este sentido, tal y como ha informado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se barajan dos opciones. Por un lado, dejar a las personas que ya han recibido esa primera dosis como están, sin un segundo pinchazo (según los datos de Sanidad, ya gozarían de cerca de un 70% de inmunidad sin terminar el proceso). Y, por otro lado, está sobre la mesa la posibilidad de mezclar dos vacunas diferentes, aunque antes habría que confirmar la seguridad de esta decisión, debido a que la comunidad científica todavía no la avala.
Con respecto a los efectos secundarios, la vacuna de AstraZeneca ha sido una de las más perjudicadas por los recientes informes. No obstante, a pesar de que la EMA haya admitido una "posible relación" entre los trombos registrados y la inyección, los datos muestran que se trata de una vacuna más que eficaz y segura —para hacerse una idea, existen más riesgos de sufrir uno de estos trombos al subir a un avión que al recibir la vacuna—.
Janssen
La vacuna de Janssen es la cuarta aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), detrás de los ya conocidos antídotos de Pfizer, Moderna y AstraZeneca. Aunque su administración en España estaba pendiente tras la notificación de seis casos de trombos en Estados Unidos, la EMA ha recomendado su uso, si bien ha reconocido haber encontrado un posible vínculo con casos "muy raros" de trombos de carácter infrecuente.
Esta vacuna ha sido desarrollada por la farmacéutica belga Janssen, que a su vez es una filial de una compañía mucho mayor: el gigante estadounidense Johnson and Johnson. En este caso, a diferencia de otras inyecciones, hablamos de una vacuna de vector viral que, como afirma el Centro de Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC), "contiene una versión modificada de otro virus (el vector) para darles instrucciones importantes a nuestras células". Es decir, se trata de un tipo de inyección más "clásica" y reconocible, que encuentra su principal virtud en el ahorro de dosis.
De acuerdo con la EMA, se trata de una vacuna con "datos sólidos" que cumplen "los criterios de eficacia, seguridad y calidad". En total, 44.000 personas formaron parte de los ensayos, aunque divididas en dos grupos: por un lado, 22.000 de ellas recibieron el antídoto, mientras que el 50% restante fue sometida a un placebo —un tipo de sustancia que carece de capacidad curativa, pero útil para ver la reacción de la población en este tipo de experimentos—.
Por su parte, los resultados clínicos fueron clarividentes: pasadas las dos semanas desde la inyección, hubo una reducción del 67% en el número de casos sintomáticos de COVID-19 (apenas 116 casos de 19.630 personas se mantuvieron). Es decir, este mismo porcentaje, según la EMA, ejemplifica su efectividad: de un 67%. Esto significa que la vacuna tuvo una eficacia del 67%.
Ahora bien, de acuerdo con la guía técnica del Consejo Interterritorial de Salud, su capacidad para inmunizar es todavía mayor: en el grupo de 65 años o más la eficacia alcanzó el 82,4%, mientras que en el grupo de 75 años o más ascendió incluso al 100%, por lo que, según esta entidad, su eficacia total ascendería hasta el 76,7% a los 28 días de vacunación, frente a los 14 días medidos por la EMA.
Tal y como afirmaba la ministra de Sanidad, esta inyección se inoculará primero en un grupo: en el de las personas que tienen entre 70 y 79 años. Por otra parte, como cualquier tipo de vacuna de este tipo, las personas que se beneficien de esta inyección son susceptibles de notar unos efectos secundarios leves.
Así, según Sanidad, las consecuencias más comunes son: fiebre, malestar, dolores musculares y cansancio. La EMA, en esta línea, insiste en que estos "generalmente son leves o moderados y desaparecen un par de días después de la vacunación". Asimismo, suma a la lista otro tipo de efectos, como dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, cansancio, dolor muscular y náuseas.
Otras vacunas
Hay que tener en cuenta que las vacunas mencionadas son las que ya han contado con el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento, pero España también prevé incorporar a su arsenal otras inyecciones que, una vez pasen los controles correspondientes, servirán para seguir con la lucha contra el coronavirus.
En este sentido, se está negociando un contrato con la compañía Novavax, cuya vacuna también sigue en revisión, así como otra de la empresa francesa Sanofi. Sin embargo, no se ha concretado una fecha para su revisión y aplicación, que se espera que sea en 2021, ni el número de dosis que llegarían a España. Aun así, el contrato ya está firmado.
A esto se le suma una de las grandes novedades de las últimas semanas: la vacuna rusa, Sputnik V, ya está siendo revisada por la agencia de medicamentos. Este hecho solo significa una cosa: como ha ocurrido con inyecciones anteriores, como la de Pfizer, Moderna o AstraZeneca, el ente revisará en tiempo real, conforme se publiquen los datos, la eficacia y la calidad de este antídoto contra el coronavirus. Aun así, a diferencia de lo que ocurre con las demás, España no ha firmado ningún acuerdo (aún) con la inyección desarrollada en el Centro Nacional de Epidemiología de Rusia.
Así, esta es la distribución de las vacunas que están siendo utilizadas o serán utilizadas en España: