Siete días. Ese es el plazo que tiene el Gobierno para lograr reunir todos losapoyos necesarios para que salga adelante la reforma laboral. Y es que el 3 de febrero se cumple el plazo para que el Congreso de los Diputados dé luz verde al paquete de medidas.
Sin embargo, el panorama parece estar complicándose porque parte de la izquierda no ha dado el visto bueno a la totalidad de la reforma y exige que se hagan ciertos cambios en el texto.
Precisamente, este jueves Esquerra Republicana, EH Bildu, la CUP y BNG han ofrecido una comparecencia conjunta en la sala de prensa de la Cámara Baja para instar al Ejecutivo a negociar sobre la reforma laboral. Insisten en que, para prestar su apoyo al texto, este tiene que modificarse en algunos aspectos.
"Esta es una declaración conjunta y un posicionamiento para que el Gobierno arregle lo que debe arreglar", ha dicho la diputada de Bildu Mertxe Aizpurua. Mientras que Mireia Vehí, de la CUP, se ha dirigido hacia los sindicatos señalando que "están avalando lo que hay encima de la mesa", aunque es posible que "quisieran más".
En la misma línea se ha pronunciado Néstor Rego, el diputado del Bloque Nacionalista Galego, que ha llamado al Gobierno de coalición a "comprometerse a hacer cambios en positivo para favorecer los derechos de los trabajadores y trabajadoras". "Si quieren negociar, habrá que cambiar alguna coma, por mí algunas cuantas. No hay nada cerrado, pero podemos votar que no tranquilamente", ha agregado el diputado de ERC Jordi Salvador.
Unos cambios que Pedro Sánchez se ha negado a llevar a cabo porque, a su juicio, es una "buena y necesaria reforma en el ámbito laboral". "No contemplamos otra opción, que no es solo la del Gobierno, sino también la de sindicatos y empresarios", ha señalado.
"A partir de ahí las negociaciones con los grupos están en marcha y no contemplamos otro escenario que la convalidación del acuerdo", ha subrayado Sánchez, que ha instado también al líder de la oposición, Pablo Casado, a facilitar su aprobación.
Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo sigue intentando desencallar las negociaciones con la izquierda para lograr los apoyos necesarios. "Es difícil decirle que no a una reforma que aborda el principal problema del mercado de trabajo, que se llama precariedad", ha señalado Yolanda Díaz, que ha viajado hasta Cataluña. "Conozco sus reivindicaciones y estoy segura de que hay muchos cambios que hacer", ha apuntado, señalando que quedan dos años de legislatura.
Los sindicatos se han mostrado igualmente a favor del apoyo a la reforma laboral señalando, en palabras de Pepe Álvarez -secretario general de la UGT-, que para "construir" no hace falta "deconstruir". "Continuamos pidiendo a los grupos políticos su apoyo", ha insistido.