El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC), plantea este miércoles al Pleno una cuestión de confianza vinculada a la aprobación definitiva del Presupuesto de 2024, con la convicción de que el Pleno no se la otorgará pero las Cuentas quedarán aprobadas y él ratificado en el plazo de un mes, porque la oposición no se pondrá de acuerdo para elegir a otro alcalde.
Jaume Collboni anunció el pasado viernes, cuando el Consejo Municipal tumbó su primer presupuesto, la convocatoria de un Pleno extraordinario el 27 de marzo para plantear una cuestión de confianza vinculada a los Presupuestos. "Barcelona tendrá el presupuesto que merece y necesita el 2 de mayo", aseguró el alcalde entonces, dando por descontado que el Pleno no le otorgaría la confianza pero que salvará las Cuentas y conservará la Alcaldía.
Esto es así porque con la correlación de fuerzas en el Ayuntamiento de Barcelona es muy difícil que la oposición acuerde un candidato alternativo que cuente con suficientes apoyos para ganar una moción de censura. De esta manera, Collboni solo deberá esperar a que se cumpla el plazo de 30 días hábiles para que las cuentas queden automáticamente aprobadas y él ratificado en el cargo.
Cómo funciona una cuestión de confianza
La Ley Orgánica de Régimen Electoral General, 5/1985, establece que un alcalde puede utilizar el mecanismo de la cuestión de confianza para aprobar o modificar los presupuestos, el reglamento orgánico, las ordenanzas fiscales o terminar la tramitación de los instrumentos de planeamiento general de ámbito municipal, hasta dos veces en un mandato, máximo una vez al año y nunca en el último.
La presentación de la cuestión de confianza vinculada al acuerdo sobre el presupuesto debe figurar en el orden del día del Pleno, y precisamente este es el único punto de la sesión plenaria extraordinaria de este miércoles. La votación de la cuestión de confianza será nominal -los concejales son llamados uno a uno por su nombre a expresar el sentido de su voto- y si prosperase, más votos a favor que en contra, el proyecto de presupuesto del Ayuntamiento de Barcelona para 2024 quedaría aprobado automáticamente.
Incluso el alcalde da por descontado que esto no sucederá porque el PSC gobierna en minoría en Barcelona con 10 de 41 concejales y sólo ha llegado a un acuerdo presupuestario con ERC, que tiene 5, mientras que TriasxBarcelona-Junts, Barcelona en Comú, PP y Vox, que se reparten los 26 restantes votaron no a la propuesta de cuentas.
Si, como más parece probable, el pleno niega la confianza a Collboni, la oposición tiene un plazo de un mes desde que se vote para presentar una moción de censura con un candidato alternativo al alcalde que cuente con un apoyo suficiente. Si esto no sucede, como se prevé, se entenderá otorgada la confianza al alcalde Collboni y aprobado el proyecto de presupuesto del gobierno socialista para 2024, en la primera semana de la campaña electoral catalana.
Precedentes
En Barcelona, los dos últimos alcaldes, Xavier Trias (CiU) y Ada Colau (BComú) utilizaron la posibilidad de vincular un presupuesto municipal a una moción de confianza, algo que no hicieron ninguno de sus predecesores en democracia, todos alcaldes socialistas que gobernaron con mayoría.
Trias, que gobernaba en minoría con 15 concejales, fue el primer alcalde de Barcelona que recurrió a este mecanismo para sacar adelante su penúltimo presupuesto, el de 2015. En su caso, perdió la confianza en el pleno pero como no se presentó una moción de censura con un alcalde alternativo, un mes después la recuperó y las cuentas fueron aprobadas automáticamente.
Lo mismo hizo en su primer mandato, en el que gobernó también en minoría, Ada Colau, para aprobar su segundo y tercer presupuesto, de 2017 y 2018. En ambas ocasiones, la alcaldesa perdió la votación pero como no se presentó un candidato alternativo, los presupuestos entraron en vigor al cumplirse un mes.