El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha negado hoy haber sido corrupto y ha dejado claro, hasta en tres ocasiones, que pondría la mano en el fuego "por la mayoría" de sus hijos, mientras que por otro lado ha atribuido la llamada Operación Cataluña a "una acción para intentar desprestigiarle".
En una entrevista en Ser Catalunya, al ser preguntado sobre si le duele que le llamen corrupto, Pujol ha reconocido: "Claro que me duele". "A mí me llaman corrupto porque era presidente de la Generalitat, hacía y deshacía y tal. Pero que venga una persona, la que sea, que me diga que he sido corrupto, que me diga en qué caso yo he actuado de manera corrupta. He tomado decisiones, claro que las he tomado y a veces favorecen a unos u otros. Lo que sí es importante es que tú no cobres ni una peseta", ha señalado.
En ese sentido, el expresidente catalán ha subrayado que él no ha cobrado nunca dinero, pero al ser preguntado sobre si podía decir lo mismo de su familia, Pujol ha respondido: "No lo sé". "Alguna persona puede hacer alguna cosa. La verdad es que no todo ha ido lo suficientemente bien, ya lo admito. Pero por la gran mayoría de mi familia sí que pondría la mano en el fuego", ha afirmado. Una puntualización respecto a su familia que ha repetido hasta en dos ocasiones más, al incidir en que si se "hurga", no se encontrará "demasiada cosa" de él en ese sentido. "Y de la gran mayoría de mi familia, tampoco", ha recalcado. "Rotundamente ni yo, ni en general mis hijos -ha vuelto a insistir-, no ha prevaricado ni nada de esto".
Operación Cataluña
El que fuera durante 23 años presidente de la Generalitat y líder de CiU ha asegurado que la llamada "Operación Cataluña" buscaba "intentar desprestigiarle" y atacar "lo que él representaba", algo que no le "sorprende". Pujol ha reconocido que su situación es "penosa", todavía hoy, desde que confesó tener una fortuna oculta en Andorra: "Sufro más por mi familia y por Cataluña (que por mí mismo)". Ha explicado que vive "instalado en el dolor", aunque mantiene la "esperanza", y ha dicho que encara el futuro juicio por el 'Caso Pujol' con "fortaleza".
En el plano político, Pujol ha reconocido que se identifica como "nacionalista" desde los 14 años, aunque ha apostillado que nunca se ha sentido independentista; y ha afirmado que ve a Cataluña "triste". Un 25 de julio de 2014 Pujol desveló en un breve comunicado a los medios que su esposa Marta Ferrusola y sus hijos habían mantenido ocultos en el extranjero "un dinero" procedente de una "deixa" -legado- de su padre Florenci que, "lamentablemente", la familia no había tenido ocasión de regularizar.
A la espera de fecha para el juicio, la Fiscalía acusa a Pujol de los delitos de asociación ilícita y blanqueo, por lo que le pide una pena de nueve años de cárcel, y para sus hijos propone condenas que suman entre 8 y 29 años, la más severa para el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, que por esta causa ya permaneció siete meses en prisión preventiva.