"El poder judicial no puede resolver un problema político, pero ustedes tienen una responsabilidad, que es no agravar la crisis política", ha dicho el exlíder de la ANC Jordi Sànchez dirigiéndose a los magistrados que le juzgan en el Supremo en su turno de última palabra.
En su intervención, Sànchez ha afirmado que se considera "víctima de una injusticia, de un dolor causado por el Estado" y ha mostrado su convencimiento de que "no hay ideas ni principios que deban ser silenciados por miedo a un poder que amenaza los derechos y libertades".
El exlíder de la ANC ha comenzado su turno de última palabra parafraseando a Sócrates, quien dijo "hace 2.500 años" que "es mejor sufrir una injusticia que cometerla".
Visiblemente emocionado, ha defendido la "no violencia" que se practicó a su juicio en Cataluña, la cual "no es pasividad, quedarse escondido ante el temor y la amenaza de un Estado represivo", sino "asumir las consecuencias como lo hizo Sócrates, a pesar de que sean injustas y causen dolor".