El cerebro del caso Malaya, Juan Antonio Roca, saldrá de prisión durante el día para colaborar con Cáritas. Así lo ha decidido el juez de vigilancia penitenciaria, que le ha concedido el tercer grado después de haber cumplido 3/4 partes de su condena, haber tenido una evolución positiva en prisión, haber asumido los delitos cometidos y de su arrepentimiento público.
"Una valoración de escaso riesgo o nulo de quebrantamiento de condena o reincidencia delictiva", explica José Díaz Sánchez, jurísta criminologo.
Roca desempeñará labores de acompañamiento y assesoramiento a presos y expresos. "creo que es una forma diferente de ver al delicuente porque un delincuente es transitorio", afirma Carmen Avendaño, presidenta de la Fundación ERGUETE.
El permiso al principal responsable del mayor caso de corrupción urbanística de España llega después de la excarcelación de otro preso ilustre, Gerardo Díaz Ferrán.
En el caso del expresidente de la CEOE, el juez le ha concedido el segundo grado, en régimen de semilibertad, será vigilado mediante una pulsera telemática.
"Me da la sensación de que es una persona mayor y que, al menos por las noticias, pues tiene algún tipo de enfermedad. Y por que por eso le han puesto la pulsera", añade el jurista.
Díaz Ferran entró en prisión en diciembre de 2012 y fue condenado a más de ocho años por diversas causas judiciales, entre ella el caso 'Marsans'.
Pero quizá el permiso más polémico de los últimos meses ha sido el tercer grado al narcotraficante gallego, Laureano Oubiña, que abandonó la prisión de nalvalcarnero con críticas a la dirección del centro. "Prefiero ser director de la cárcel que director de un hotel de seis estrellas en plena Castellana", declaró Oubiña.
Roca, Díaz Ferrán y Oubiña, tres perfiles diferentes que realizarán una labor común: servicios a la comunidad.