El juez Diego de Egea ha dejado en libertad, en contra del criterio de la Fiscalía, al comisario Enrique García Castaño, detenido tras la filtración de una conversación del también comisario José Villarejo, en prisión por el caso Tándem, y la amiga del rey Juan Carlos Corinna zu Sayn-Wittgenstein sobre el patrimonio del rey Juan Carlos.
Al rechazar su ingreso en prisión sin fianza, como pidieron los fiscales del caso Tándem, el juez de la Audiencia Nacional le ha impuesto comparecencias quincenales en el juzgado más próximo, la retirada del pasaporte y la prohibición de salir de España sin autorización judicial.
Estas mismas medidas son las que le ha impuesto también al inspector jefe retirado Antonio Bonilla, que fue detenido junto a García Castaño, cuya pareja y su hija han comparecido también ante el juez como investigadas tras el hallazgo en sus domicilios de dos BMW adquiridos a sociedades de Villarejo y que han quedado en libertad sin ningún tipo de medida.
Los dos fiscales que han asistido a la comparecencia de García Castaño pidieron a De Egea que acordara su ingreso en prisión provisional ante el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas, propuesta que finalmente ha rechazado el juez, han informado fuentes jurídicas.
De Egea, que a raíz de la detención de los dos policiales abrió las diligencias previas 55/2018 por delitos de cohecho y revelación de secretos, trata de averiguar si éstos se sirvieron de instrumentos del Estado para proporcionar a Villarejo información y datos secretos de personas investigadas, presumiblemente a cambio de dinero.
Fuentes de la investigación consultadas apuntan asimismo a que la detención de García Castaño, conocido en círculos policiales como el Gordo, está relacionada con la información difundida por "El Español" y "OKdiario" según la cual la amiga del rey Juan Carlos, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, habría desvelado que éste tiene cuentas en Suiza y que fue utilizada como testaferro para ocultar su patrimonio en el extranjero.
Se investiga, según estas fuentes, si García Castaño pudo ser la persona que filtró a los citados medios las supuestas cintas grabadas a Corinna zu Sayn-Wittgenstein con la intervención de Villarejo, que permanece en prisión desde noviembre.
La Policía detuvo al Gordo en su casa, pues se encontraba de baja médica tras ser cesado como jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo del cuerpo en 2017 por las grabaciones que le hicieron hablando de supuestos chantajes de otros policías al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y a la Corona, y ser destinado como comisario zonal en el sur de Madrid. En la Operación Tándem, Villarejo fue detenido junto con su mujer y el comisario del aeropuerto de Madrid-Barajas en una operación de Asuntos Internos, que investigó durante meses el entramado empresarial del comisario y desmanteló su organización criminal.
Una de las últimas diligencias en el caso Tándem ha sido la comparecencia de la mujer de Villarejo en una de las piezas en las que se divide esta causa denominada Iron y que es la única que no está secreta.