Nueva vía en su causa
El juez Peinado abre una pieza separada por malversación en la contratación de la secretaria de Begoña Gómez
Entre líneas El juez abre una nueva vía en su investigación: tras poner el foco en Air Europa, los contratos de Barrabés y el software de la UCM, ahora rastrea por malversación la contratación de Cristina Álvarez.

El juez Juan Carlos Peinado ha acordado abrir una pieza separada en la causa que instruye contra Begoña Gómez por la contratación de Cristina Álvarez como su asesora por un posible delito de malversación de caudales públicos.
El magistrado abre así una nueva vía en la investigación que sigue desde hace casi un año contra la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en la que ya ha puesto en el foco en el rescate a Air Europa, los contratos del empresario Juan Carlos Barrabés y, más tarde, el softwarede la Universidad Complutense de Madrid. Ahora, el magistrado ha decidido rastrear por malversación la contratación de su secretaria.
Lo hace en un auto, al que ha tenido acceso laSexta, con fecha de este lunes, en el que Peinado tiene en cuenta las declaraciones-primero como investigada y después como testigo- de la propia Cristina Álvarez, y también de Alfredo González, el alto cargo de Moncloa que aseguró ante el juez que no sabía quién era ella.
También destaca el informe realizado por la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno en el que figura la propuesta de nombramiento de Álvarez, las funciones encomendadas y el lugar y las condiciones de la prestación de servicios, la remuneración recibida y aplicación presupuestaria para su cargo.
Es en este mismo auto en el que llama a declarar como testigo al actual ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. El juez aduce que no comparece como ministro, sino por el cargo que desempeñaba cuando se contrató a Álvarez, momento en el que era secretario general de la Presidencia del Gobierno. Así, al no versar su declaración sobre hechos conocidos por razón de su cargo actual, Peinado ordena que su declaración sea presencial en su despacho, en lugar de por escrito.

En su declaración como testigo en diciembre, Cristina Álvarez ya manifestó que sus funciones en Moncloa consistían en asistir a Begoña Gómez en sus asuntos personales, pero sostuvo que en realidad no realizaba ningún trabajo para la Universidad Complutense de Madrid. Según su relato, su labor era llevar la agenda de la mujer del presidente y coordinar su seguridad.
También declaró que fue Gómez quien propuso su nombramiento haciendo las funciones de secretaria nombrada por Presidencia para sus asuntos personales. Posteriormente, en febrero, el juez volvió a citarla a declarar, esta vez como imputadapor un supuesto delito de tráfico de influencias.