El juez no argumenta
El juez Peinado asegura que la agenda de Begoña Gómez fue "previsiblemente manipulada", pero no lo razona
Graves acusaciones El magistrado sostiene que tanto la agenda de Begoña Gómez como las visitas han sido "previsiblemente manipuladas", pero no hay ninguna prueba ni un indicio que argumente esa acusación tan grave.
Nuevo movimiento del juez Juan Carlos Peinado. El titular del Juzgado de Instrucción nº1 de Plaza de Castilla, que investiga el caso de Begoña Gómez, mujer de Pedro Sánchez ha vuelto a exigir este viernes el listado de empleados de Moncloa en relación con el caso de Begoña Gómez.
En este escrito, el juez Peinado sostiene que tanto la agenda de Begoña Gómez como las visitas han sido "previsiblemente manipuladas". Pero no hay ninguna prueba, ni un indicio, ninguna diligencia, ninguna pregunta y ni siquiera una respuesta que argumente esa acusación tan grave.
De hecho, en su providencia el juez Peinado tampoco aclara que eso ha sido así. De esta manera, se sobreentiende que el magistrado ha tirado de su intuición, deducción o de su imaginación para imaginar que, previsiblemente, las agendas de Begoña Gómez y el libro de visitas hayan sido manipulados.
El magistrado dice que en la lista que le enviaron no aparece ningún "asesor", por lo que solicita a Presidencia del Gobierno el contrato y otras cuestiones relativas a Cristina Álvarez, la asesora de la mujer del presidente
El juez Juan Carlos Peinado ya solicitó el pasado 12 de diciembre el listado de los "distintos trabajadores y asesores que desempeñan sus labores en el Palacio de la Moncloa".
En una providencia a la que tuvo acceso laSexta, el juez requería dicho listado a Presidencia del Gobierno, además de solicitar otras diligencias. El juez quería ese listado para entender las labores de Cristina Álvarez, asesora de Moncloa, que participó en gestiones con la Universidad Complutense para la cátedra extraordinaria que dirigía Begoña Gómez. Peinado sospecha que Álvarez tenía funciones en la actividad privada de Gómez en la Complutense al tiempo que era asesora en Moncloa.
Unos días más tarde, el 20 de diciembre, Álvarez declaró en la causa abierta a Gómez por tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo profesional.
En su declaración, Álvarez manifestó ante el juez que sus funciones en Moncloa eran asistir a Begoña Gómez en sus asuntos personales como eventos, conferencias... Otra de las funciones era buscar un entorno seguro, eficiente y discreto a la mujer del Presidente, para ello revisaba la agenda de la mujer de Sánchez e informaba a las unidades del departamento de seguridad, escoltas, desplazamiento e instalaciones donde iba a acudir. Esto se extrapolaba también en ceremonias o comidas.
Sobre la pregunta de por qué hizo funciones para la actividad de Begoña Gómez en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Cristina Álvarez dijo que en realidad no hacía nada para dicha universidad, sino que llevaba la agenda de la mujer del presidente y eso le exigía estar informada también de la agenda privada.