De testigo a investigada
El juez Peinado imputa a la asesora de Moncloa que trabajó para Begoña Gómez y la cita a declarar el 28 de febrero
Nuevas diligencias El magistrado, además, reclama el registro de llamadas entre la asesora y teléfonos vinculados con la Universidad Complutense, al empresario Barrabés y empresas relacionadas con la cátedra de Gómez.
El juez que investiga a Begoña Gómez, Juan Carlos Peinado, ha imputado a Cristina Álvarez, la asesora de Moncloa que presuntamente participó en gestiones con la Universidad Complutense (UCM) para la cátedra extraordinaria que dirigía la esposa del presidente del Gobierno, por un supuesto delito de tráfico de influencias. En una batería de diligencias que han trascendido este martes, el magistrado cita a Álvarez, a quien ya interrogó en calidad de testigo, para tomarle declaración de nuevo el próximo 28 de febrero.
Además, el juez Peinado reclama la obtención del registro de llamadas realizadas y recibidas por Álvarez desde su nombramiento hasta el día de hoy a teléfonos vinculados a la Complutense y a su personal y a números vinculados a Juan Carlos Barrabés, también investigado en el mismo procedimiento, y su grupo. El juez hace así con Álvarez lo mismo que con el empresario, a quien tomó declaración primero como testigo para después imputarle.
Asimismo, el juez pide las llamadas entre la asesora y teléfonos vinculados al Instituto de Empresa, al IE Africa Center, a la Organización Mundial del Turismo (OMT), a Indra, Google, Manpower, Arsys Internet, Telefónica, Fundación Caixa, Reale o cualquier otra entidad o empresa que patrocinara los masters o cátedras en las que participó Gómez.
Por otro lado, Peinado también ordena nuevas declaraciones, en este caso para el 26 de febrero: así, llama a declarar a dos personas vinculadas con la UCM, María Elvira Gutiérrez-Vierna de Molina y Blanca de Juan de Castro, así como a los directores ejecutivos de Google Spain e Indra y al consejero delegado de Telefónica, Sergio Osle.
De testigo a investigada
En su declaración como testigo en diciembre, Cristina Álvarez ya manifestó que sus funciones en Moncloa consistían en asistir a Begoña Gómez en sus asuntos personales, pero sostuvo que en realidad no realizaba ningún trabajo para la Universidad. Según su relato, su labor era llevar la agenda de la mujer del presidente y coordinar su seguridad.
También declaró que fue Gómez quien propuso su nombramiento haciendo las funciones de secretaria nombrada por Presidencia para sus asuntos personales. Una declaración en la que el juez la apercibió por no contestar a sus preguntas y le pidió el teléfono. Previamente, en noviembre, la misma asesora se acogió a su derecho a no declarar en la comisión de investigación del Senado, argumentando que el asunto por el que se le preguntaba estaba judicializado.