Negocios con Quirón

La jueza llama a declarar al novio de Ayuso como imputado por corrupción y administración desleal el 10 de abril

El contexto Esta pieza separada por supuestamente cobrar del Grupo Quirón a través de una sociedad pantalla se suma a la pieza principal por fraude fiscal y falsedad documental contra Alberto González Amador.

Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso
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La jueza Inmaculada Iglesias, que investiga a Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, le cita el próximo 10 de abril para que declare como investigado en la pieza separada por corrupción en los negocios y administración desleal, según confirman fuentes jurídicas hasta laSexta. Esa investigación versa sus negocios conel Grupo Quirón y se suma a los dos delitos fiscales y el de falsedad documental por los que está imputado en la pieza principal.

En esta pieza separada se investiga a González Amador por presuntamente utilizar una empresa intermedia para cobrar del Grupo Quirón y haber comprado por medio millón de euros una empresa a la mujer del presidente de este grupo que no tendría ese valor de mercado, lo que se sospecha podría ser una comisión encubierta.

La declaración la ha solicitado de forma voluntaria la defensa de González Amador, aunque estaba obligado a realizarla después de que la Audiencia de Madrid rechazase su recurso contra el auto por el que la jueza Iglesias acordaba la apertura de una pieza separada. La Fiscalía presentó este martes un escrito no oponiéndose a esa declaración que ahora acuerda la magistrada.

La pieza separada

La jueza abrió esta segunda pieza en octubre para analizar si la pareja de la presidenta madrileña utilizó una sociedad pantalla para ocultar ingresos de medio millón de euros que habría recibido de la empresa Quirón Prevención, lo que podría suponer un delito de administración desleal del que el Grupo Quirón sería el perjudicado.

Las acusaciones de PSOE y Más Madrid sostienen a su vez que esa transferencia de medio millón podría estar relacionada con una operación en plena pandemia por la que González intermedió en la venta de mascarillas y cobró dos millones de euros como comisión. A su juicio, tales hechos podrían ser constitutivos de un delito de administración desleal, de corrupción en los negocios o de ambos.

A principios de este mismo mes, la defensa de González Amador pidió declarar en esta pieza separada "tan pronto" como lo permitiera la agenda del juzgado y que se expulsara de la acusación popular a PSOE y Más Madrid. Además, solicitó la suspensión de la pieza principal por dos delitos contra la Hacienda Pública y de falsedad documental, al considerar "incompatible la existencia de delito fiscal alguno con que el origen de los ingresos de Quirón Prevención S.L. sea fruto de una actividad delictiva".

Previamente, había presentado un recursocontra la apertura de la pieza separada por corrupción y administración desleal que la Audiencia de Madrid rechazó, avalando así esta nueva vía en la investigación. Paralelamente, el pasado 24 de febrero compareció ante la jueza por la causa de fraude fiscal tras cuatro aplazamientos, pero se negó a declarar.

La relación con Quirón

La relación entre el novio de Ayuso y el presidente del Grupo Quirón, Fernando Camino, se remonta en 2020, cuando González Amador actúa de intermediario entre una empresa que vende mascarillas, FCS, y la empresa gallega MAPE, de la que es consejero Fernando Camino. Por esa operación, González Amador se lleva una comisión de dos millones de euros.

Pocos días después de facturar esos dos millones, González Amador, a través de su empresa Maxwell Cremona, compra otra, Círculo de Belleza, cuya propietaria es la mujer del presidente de Quirón. El novio de Ayuso le compra esa empresa por casi medio millón de euros, un precio aparentemente desproporcionado, sobre todo si tenemos en cuenta que no tenía ni empleados ni material. Es por eso que el juzgado sospecha que se trata de una comisión encubierta.

Pero hay más: tras adquirir la empresa de la mujer de Fernando Camino, González Amador remite facturas entre las dos empresas con conceptos abstractos y un día después termina por venderse a sí mismo las participaciones de esa empresa por 3.000 euros, un precio bastante inferior a lo que pagó un año antes.

Reacción de PSOE y Más Madrid

A la luz del nuevo movimiento de la jueza conocido ahora, la ministra Mónica García, de Más Madrid, ha aseverado que "al fraude fiscal ahora se suma un delito de corrupción", mientras que el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, ha sentenciado que "algo huele a podrido en la Puerta del Sol". Lo cierto es que Ayuso hace ya unos días que ha dejado de esgrimir que todo era una cosa de Hacienda y ha pasado a defender que el asunto "nada tiene absolutamente nada que ver con la Comunidad de Madrid".

Sin embargo, la oposición cree que sí que tiene que ver. Óscar López incluso anticipa que esto es "un peldaño más hacia ese ático" donde conviven la presidenta autonómica y González Amador y que, según el ministro y dirigente del PSOE madrileño, "es donde acabará todo". Ayuso y su equipo este miércoles han decidido no pronunciarse.