La organización Juezas y Jueces para la Democracia han comunicado que la dignidad de la persona y los derechos inviolables que le son inherentes son fundamento del orden político y de la paz social conforme al art. 10.1 de la Constitución. Por ello, "todos los poderes públicos actúan con sometimiento pleno a la ley y al derecho y todas las personas, como seres humanos que son, gozan de igual dignidad y de los derechos que le son reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y demás convenios internacionales".

Este recordatorio viene al caso porque en España no cabe la expulsión masiva de extranjeros conforme al art. 4 del protocolo número 4 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Las expulsiones, para ser conformes a derecho, deben basarse en una decisión individual, fundada y concreta de motivos existentes en la ley.

"Requieren, como dice el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), un análisis razonable y objetivo del caso concreto. La expulsión masiva o cualquier otro eufemismo que se quiera utilizar es una vulneración flagrante de la legalidad internacional aplicable en España y, con ello, de la dignidad humana que sirve de base a la propia Constitución Española", ha comunicado Juezas y Jueces para la Democracia.

Además, la organización ha recalcado que sólo desde el escrupuloso respeto a la dignidad de los seres humanos "puede hablarse, dentro de nuestra Constitución, de Estado de Derecho auténticamente democrático". Por otro lado, también han afirmado que soloo desde el "escrupuloso" respeto a la dignidad de la persona cabe dar respuesta a los "desafíos migratorios, a los que no podemos sustraernos por muchas barreras que se construyan".

Para concluir, Juezas y Jueces para la Democracia ha remarcado que no van a desaparecer estos derechos aunque las formaciones de ultraderecha quieran arrebatar la condición humana a los mgirantes: "Tampoco desaparecerán por mucho que neguemos nuestra propia condición humana igual a la de cualquier persona. Fuera de la legalidad internacional sólo existe la barbarie. La negación de nuestra propia humanidad sólo pone en evidencia una hipocresía tan cruel como inútil".