El exvicepresidente catalán, Oriol Junqueras, y ocho exconsejeros del Govern han ido llegando a la Audiencia Nacional a partir de las 8.10 para declarar ante la juez Carmen Lamela por un delito de rebelión, una cita a la que ya anunció el expresidente catalán Carles Puigdemont que no acudiría.

El más madrugador ha sido Junqueras, que llegaba a las 8.10 horas a la Audiencia Nacional, mientras que los otros 8 exconsejeros lo hacían poco antes de las nueve entre gritos de "viva España", "viva la Guardia Civil" y "viva la Policía", a la vez que recibían aplausos de compañeros y gritos de ánimo de compañeros del PDeCAT.

La exconsejera Meritxell Borrás, que un día antes se encontraba en Bélgica junto a Puigdemont, ha dado la sorpresa acudiendo a esta cita en la Audiencia Nacional, a la que finalmente han comparecido nueve de los catorce querellados: Junqueras, Borràs, Raül Romeva, Carles Mundó, Santi Vila, Josep Rull, Jordi Turull, Dolors Bassa y Joaquim Forn.

Oriol Junqueras y todos los exconsellers que acudieron a la Audiencia Nacional sólo declararon durante 5 minutos y respondieron a preguntas de sus abogados. La única excepción fue Santi Vila, quien sí respondió a la fiscalía y declaró durante 45 minutos.

Por su cuenta llegaba el dimitido exconseller Santi Vila con una estrategia procesal también diferente. El Ministerio Fiscal ha pedido prisión provisional para ocho de los exconsellers que han declarado ante la Audiencia Nacional. Para Santi Vila, por su parte, se pide prisión eludible con fianza. Ahora la jueza debe decidir qué medida toma.

El plante de Puigdemont y de otros excuatro consejeros, tres de ellos supuestamente en Bélgica junto al expresidente, puede también llevar a la juez a dictar órdenes europeas de detención contra ellos para que sean puestos a disposición de la Justicia.

Artur Mas, a las puertas de la Audiencia Nacional