El director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, ha mostrado su convencimiento de que en las labores de extinción de los grandes incendios que han asolado la comunidad este verano "las cosas se hicieron perfectamente". Enmarca además estos fuegos en el contexto europeo.
Arranz, que se ha reunido con alcaldes de municipios afectados por los incendio de la Sierra de la Culebra que hanarrasado más de 56.000 hectáreas, ha señalado, a preguntas de los periodistas sobre las peticiones de dimisión de responsables autonómicos, que las cosas se hicieron bien y lo que ocurre es que "a mucha gente le cuesta entender lo que está pasando este verano con los incendios forestales".
Al respecto, ha recordado las condiciones de sequía acumulada, vegetación muy seca y los vientos han complicado las labores de extinción. También ha justificado la mayor virulencia de los fuegos de Castilla y León este verano respecto a los de otras Comunidades Autónomas porque en Castilla y León hay "más masas forestales, más continuas y más grandes", con más monte y más vegetación, lo que dificulta la extinción.
A su juicio, aunque los daños fueron muchos en esos incendios, el operativo de extinción logró minimizarlos con una labor "eficaz" y la diligencia con la que se actuó "nada tiene que ver" con "otro tipo de reclamaciones muy lícitas de mejoras en las condiciones laborales" de los profesionales de la extinción. Arranz ha reconocido que para alguien ajeno al operativo le puede resultar difícil asimilar lo que está sucediendo con los incendios, por su "excepcional comportamiento".
Tras poner de relieve que también en Aragón ha habido un incendio de 10.000 hectáreas y en Galicia numerosos que están por encima de la media en extensión, ha agregado que en toda Europa se están dando unas condiciones de sequía muy fuerte y las olas de calor y temperaturas máximas mayores de la historia. "Los incendios en toda Europa están siendo excepcionales", ha sostenido Arranz, que ha recordado que también se han producido fuegos de especial virulencia en Francia, Italia o Grecia.