El cabeza de lista de Junts al Parlamento Europeo, Toni Comín, ha asegurado este sábado que las reuniones "absolutamente discretas" que celebran JxCat y PSOE en Suiza, con presencia de un verificador internacional, siguen celebrándose "con la periodicidad prevista".

Así se ha referido, en rueda de prensa desde Bruselas, a la mesa de negociación pactada por Junts y PSOE, dentro del acuerdo que permitió la investidura de Pedro Sánchez, que preveía reuniones mensuales y con un mecanismo de verificación internacional para abordar aspectos relacionados con el conflicto político catalán.

Según Comín, "se está cumpliendo el acuerdo con la periodicidad prevista" y las condiciones "se están respetando", aunque desde la formación se evita "retransmitir en directo" esas "negociaciones de Suiza". Por otra parte, Comín se ha referido a las declaraciones que hizo este viernes, en las que dio a entender que, si el PSOE quiere que prospere el acuerdo que ambos partidos firmaron para investir a Pedro Sánchez, los socialistas deben permitir la investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat.

Comín ha querido "aclarar la literalidad" de sus palabras y ha remarcado que lo que quiso decir es que "sería inteligente por parte del PSOE decidir", en relación con la investidura catalana, "en coherencia con el acuerdo" que permitió investir a Sánchez. "Lo coherente es facilitar por parte del PSOE la investidura de Puigdemont", ha remarcado Comín, que ha puntualizado que el acuerdo de investidura de Sánchez "no tiene cláusulas secretas" que digan que después de las catalanas los socialistas tendrán que facilitar la investidura de Puigdemont.

"Mediación" europea en el conflicto catalán

Por otra parte, Comín ha considerado "inquietante" que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen "abra la puerta a una colaboración estable con la extrema derecha" en Europa. Junts, ha asegurado Comín, solo dará apoyo a aquel candidato a presidir la Comisión Europea que respete sus "líneas rojas", que son acabar con el "doble rasero" europeo hacia España -en comparación con otros países como Polonia o Hungría- y otorgar a la Comisión Europea un papel activo "en el conflicto del Estado con Cataluña". Según Comín, hay que superar "la teoría del asunto interno", de manera que la Comisión Europea debe asumir un "papel de mediación" e "implicarse de manera constructiva en la resolución de este conflicto"