El secretario general de JxCat, Jordi Turull, ha avanzado este martes que su partido pedirá la suspensión del pleno de investidura de Salvador Illa si el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont es detenido al regresar a Cataluña para asistir a esta sesión parlamentaria.
Así lo ha explicado en declaraciones a TV3, en las que ha dado a entender que Puigdemont volverá a Cataluña en los próximos días de incógnito, sin especificar "hora y lugar" de su regreso, porque "sería de una ingenuidad salvaje dar detalles" de sus planes y "ponerlo fácil para que lo puedan detener".
Si Puigdemont es detenido, como él mismo asume que ocurrirá ya que el Tribunal Supremo no le está aplicando la ley de amnistía, JxCat pedirá al presidente del Parlament, Josep Rull, que "suspenda el pleno" porque no se podría celebrar "en condiciones de normalidad", al no poder participar uno de los diputados debido a su detención.
A pesar de que el reglamento del Parlament no hable de la autoridad del president de la cámara sobre los Mossos d'Esquadra en el interior de la sede parlamentaria, fuentes aseguran a laSexta que existe un protocolo de seguridad, aprobado en 2017, en el que se contempla que el president del Parlament debe autorizar la entrada de cualquier agente policial al Cámara. Además, también se establece la prohibición de arrestar a ningún diputado en el Parlament, sin o esta cometiendo en ese momento delito flagrante.
En todo caso, la detención podría darse en el exterior de la sede parlamentaria. Si bien no se sabe cuál sería el procedimiento a llevar a cabo para suspender la sesión si así se diese, caben dos opciones. Si el pleno ha comenzado se podrá suspender como se hace de forma habitual para "comer", en caso de que no lo haya hecho habría que aplazarlo. No obstante, si se toma esta decisión y es más allá del 26 de agosto la repetición electoral sería una realidad.
La investidura, en juego
Este se convierte en otro obstáculo que deberá evitar el líder de los socialistas catalanes después de un largo y tenso proceso de negociación. Un tiempo en el que ha tenido que firmar acuerdos con ERC y Comuns. Los de Jèssica Albiach alcanzaron un pacto con el PSC con la vivienda asequible en el centro.
Mientras que con los republicanos el texto que firmaron ambas formaciones comprometía a Illa a resolver el conflicto político, a llevar a cabo un nuevo modelo de financiación, así como impulsar, por ejemplo, el uso de la lengua catalana. No obstante, para que el preacuerdo fuera ratificado ERC tuvo que someterlo a votación por parte de la militancia. Las bases apoyaron el acuerdo aunque por la mínima.
Tras ello, sin embargo, las filas republicanas no tenían claro respaldar a Illa como president de la Generalitat. En concreto, fueron las Juventudes de la formación quienes cuestionaron la decisión y convocaron un Consell este lunes por la tarde para elegir el sentido de voto de su diputada, Mar Besses, en el pleno de investidura que podría celebrarse este jueves.
Si no fuera por la vuelta de Puigdemont, y más en concreto, por su posible arresto a su llegada a España todo indicaba que así sería. Y es que este martes por la mañana ha arrancado la ronda de consultas entre el president del Parlament, Josep Rull, con el resto de formaciones con representación parlamentaria en Cataluña para conocer si Illa cuenta con los apoyos necesarios para convertirse en president.
Después de los encuentros, está previsto que Rull comparezca ante los medios para trasladar el resultado de la ronda. En el caso de que el socialista cuente con mayoría -68 votos- este mismo miércoles se convocaría la diputación permanente, que a su vez fijaría una fecha próxima para celebrar la sesión parlamentaria, que ahora con el avance de Turull podría quedar suspendida.