Así lo ha indicado este martes la juez del Tribunal de primera instancia francófono de Bruselas tras constatar que no hay acuerdo entre las partes sobre el calendario a fijar para el proceso.
También se ha confirmado que el caso pasará a una sala de tres jueces, tal y como solicitó la defensa de Llarena y ha aceptado el presidente del Tribunal, sin oposición de la otra parte. En un primer intercambio de escritos, la defensa de Llarena, de la que también es partes el Estado español, solicitó un calendario para discutir únicamente sobre la "admisibilidad" del caso, según han explicado a Europa Press fuentes jurídicas.
La acusación de Puigdemont y del resto de políticos catalanes huidos, por su parte, considera que la "admisibilidad" y el "fondo" de la demanda son cuestiones indivisibles y rechaza que sean tratadas por separado.
Así las cosas, las partes tienen ahora un plazo máximo de un mes para remitir al juzgado sus argumentos sobre el calendario del proceso y las cuestiones que creen deben juzgarse en el mismo. El juzgado -con un único juez- tendrá dos semanas más para tomar una decisión.
Será a partir de entonces cuando una sala de tres jueces asuma el caso y se fijen las audiencias para las alegaciones, "entre febrero y marzo", según cálculos de la defensa del magistrado español.