El Juzgado de lo Penal número 10 de Sevilla tiene previsto celebrar este lunes, 19 de noviembre, el juicio contra Angel Boza, uno de los cinco miembros de 'La Manada' condenados a nueve años de cárcel por abuso sexual a una joven en los Sanfermines de 2016, por robar unas gafas de sol el pasado día 1 de agosto en un establecimiento comercial de la capital hispalense y posteriormente embestir a dos vigilantes del centro comercial con su coche al huir del recinto, hechos por los que el encausado se encuentra actualmente en prisión provisional.

Boza se enfrenta a cuatro años de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación y el pago de una multa de 300 euros por un delito leve de lesiones, así como que, en concepto de responsabilidad civil, pague una indemnización de 232 euros a un vigilante que resultó lesionado, según el escrito de acusación de la Fiscalía de Sevilla.

De otro lado, cabe recordar que el juez instructor, en el auto de 20 de septiembre, ratificó la medida cautelar de prisión acordada contra Boza mediante auto de 2 de agosto, ya que "no ha variado las circunstancias que determinaron en su momento" el establecimiento de dicha medida cautelar.

De otro lado, requería a Boza para que, en el plazo de un día, prestara fianza en cantidad de 594,32 euros "para asegurar las responsabilidades pecuniarias que, en definitiva, pudieran imponérsele, con el apercibimiento de que de no prestarla se le embargarán bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma señalada".

La obsesión de Ángel Boza: las gafas de sol

El juez de Instrucción número 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, procesó a Boza al entender que existen "indicios racionales" de que habría cometido supuestamente un delito de robo con violencia con resultado de lesiones y utilización de instrumento peligroso.

En el relato de los hechos recogido en el escrito de acusación de la Fiscalía se expone que Boza, sobre las 19,15 horas del pasado 1 de agosto, acudió al centro comercial El Corte Inglés de la Plaza del Duque de la Victoria de Sevilla, donde, "con la intención de hacerlas suyas sin abonar su importe, se apoderó, tras arrancar el dispositivo de seguridad que llevaban colocado, de un par de gafas de sol, cuyo precio de venta al público era de 148 euros".

A continuación, se dirigió a la zona de parking, donde tenía estacionado su vehículo, con el fin de abandonar las instalaciones, estando localizado en todo momento por el servicio de seguridad del establecimiento.

"Como quiera que el acusado fue seguido en el interior del aparcamiento por uno de los vigilantes, encontrándose ya a bordo de su turismo, de la marca Opel Astra, y dispuesto a abandonar el parking, fue requerido por un segundo vigilante, que le esperaba al final de la rampa de salida, para que detuviese el vehículo, momento en que aquél, con la intención de conseguir huir en poder de las citadas gafas de sol, aceleró bruscamente, golpeando a este segundo vigilante en la cadera, consiguiendo darse la fuga, no sin antes golpear en una mano a un tercer vigilante cuando este se interpuso en su trayectoria con el mismo objetivo que de el acusado detuviera su marcha", explica la Fiscalía en su escrito.